La consellera de Salud: “Acataremos la obligación de las mascarillas"

La consellera de Salud, Manuela García, aseguró ayer que «acataremos las medidas que nos impongan» (en relación a la intención del ministerio de Sanidad de declarar obligatorio el uso de las mascarillas para acceder a los recintos sanitarios por la epidemia de gripe) pero reiteró su oposición a ella recordando la baja incidencia de los virus respiratorios en Baleares, comunidad del país que menos afectada se encuentra en estos momentos.

Tras matizar que no se oponen al uso de la mascarilla pero que en estos momentos epidemiológicos se debería tan solo recomendar su uso y apelar a la responsabilidad tanto de usuarios y profesionales, la consellera admitió que no les quedará más remedio que acatar las medidas dictadas desde Madrid. No obstante, adelantó que «exigiremos un protocolo de actuación que se adapte a la situación epidemiológica de nuestra comunidad autónoma» y dejó claro que, en su opinión, se trataba de un ataque a esta autonomía. «No tenemos una situación de emergencia», subrayó.

Por último, ante las críticas del PSIB-PSOE, García adelantó que reactivarán el comité de enfermedades infecciosas creado durante la pandemia de la covid-19 para contar con el asesoramiento de epidemiólogos, microbiólogos y especialistas en enfermedades infecciosas tanto en la epidemia actual como en crisis de salud pública futuras.

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La obligatoriedad del uso de las mascarillas en los recintos asistenciales también divide a los sanitarios. La doctora de familia Caterina Vicens apuntaba a que ya desde antes de Navidad están recomendando el uso de la mascarilla por la proliferación de las enfermedades respiratorias «porque nos protegen». 

No obstante, esta profesional abogó por establecer unos baremos a nivel epidemiológico a partir de los cuales su uso sea o bien una obligación o tan solo una recomendación.

Desde la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) de Baleares, su presidenta Alicia Navarro se planteó que, con la incidencia actual de la gripe de Baleares «quizá no sería necesario obligar a su uso». No obstante valoró que esta medida pueda contribuir que los picos de esta enfermedad estacional sean menos agudos.

Por su parte Ana Moyà, presidenta de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en Baleares sí se mostró partidaria de su obligatoriedad en unos centros de salud donde, recordó, confluyen muchas personas vulnerables. «Me parece una medida correcta y adecuada que se mantenga durante los momentos más críticos de la epidemia y que luego se retire», señaló añadiendo que en realidad de lo que se trata es de mejorar la educación sanitaria de los pacientes. «Desde que empezó el frío, los pacientes mayores ya venían con ella sin que nadie se lo dijera», reveló.

Ya por último, para el Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de les Illes Balears (COIBA), «la situación actual requiere esta y otras medidas para ralentizar los contagios y evitar que empeore la situación de sobrecarga actual, la cual tiene un doble impacto sobre la salud de la población. Por un lado, la mascarilla es una medida necesaria para proteger a las personas más vulnerables y a los propios sanitarios. Por otro lado, reducir los contagios ayudaría a rebajar la presión asistencial actual y el aumento de las bajas de las propias enfermeras que repercute en esta presión».