Vox regala a cada millonario de Baleares más de 40.000 € al año con su reforma del Impuesto de Patrimonio

La reforma impuesta por la formación de Idoia Ribas va a conllevar un recorte en el tributo para las grandes fortunas que puede alcanzar los 80.000 € anuales por cada contribuyente 

También beneficiará a los extranjeros con segundas residencias de lujo en las islas

Idoia Ribas, Sergio Rodríguez y Agustín Buades, de Vox, en el Parlament.

Idoia Ribas, Sergio Rodríguez y Agustín Buades, de Vox, en el Parlament. / MANU MIELNIEZUK

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

Los diputados de Vox han adelantado su regalo de Reyes Magos a las grandes fortunas de Balears, al imponer al PP para aprobar los presupuestos autonómicos una reforma del Impuesto sobre el Patrimonio que va a suponer en buena parte de los casos un ahorro de 40.000 a 80.000 euros anuales para las personas con un volumen de bienes más elevado. Entre los beneficiados se encontrarán también los extranjeros propietarios de lujosas segundas residencias de las islas.

La modificación impuesta por Vox implica que si hasta ahora estaban exentos del pago de este impuesto los patrimonios de hasta 700.000 euros, ahora ese límite se eleva hasta los tres millones. Hay que tener en cuenta que para hacer ese cálculo no se tiene en cuenta la vivienda habitual si su valor no supera los 300.000 euros o las empresas si desarrollan una actividad real y cumplan determinados requisitos, y hay que descontar las deudas, como podría ser el caso de una hipoteca.

Ejemplos concretos

Con estas nuevas reglas de juego, el abogado Alejandro del Campo, de DMS Legal, pone de relieve que si una persona con un patrimonio valorado en 1,5 millones de euros pagaba hasta ahora 4.993 al año, ahora no deberá desembolsar nada, y si su riqueza alcanza los tres millones, se debían de abonar anteriormente 28.891 euros, y en este caso tampoco habrá que hacer ningún pago.

En el caso de un patrimonio de 3,7 millones, si antes se pagaban 42.947 euros, ahora esa cifra se reduce hasta los 3.753, mientras que si se poseen bienes por valor de cinco millones, se pasa de desembolsar a la Hacienda balear 73.497 euros a únicamente 23.521.

Frente a un patrimonio de diez millones, la rebaja va de los 212.145 euros a 145.445; y si se poseen bienes estimados en 15 millones, el pago pasa de 375.789 a 296.439 euros. En definitiva, en la mayoría de los casos el ahorro oscila entre los 40.000 y los 80.000 euros al año.

Hay que tener en cuenta que los contribuyentes con elevados patrimonios pero escasos ingresos disfrutan de un descuento importante en el abono de este tributo.

La tesis bajo la que se defiende esta reducción del Impuesto sobre el Patrimonio es que facilita la implantación en las islas de grandes fortunas procedentes de otras zonas, que aunque pagarán menos por este tributo, sí harán desembolsos al Fisco por la vía del IVA, del IRPF, o de Transmisiones Patrimoniales, con recaudaciones que serán superiores a las que se han perdonado. La estimación que ha hecho el Govern es que con la medida impuesta por Vox dejará de recaudar por ese concepto unos 60 millones de euros anuales.

Segundas residencias de lujo

Esta rebaja beneficiará a los residentes fiscales en España, pero también a los extranjeros que solo cuentan con una segunda residencia, según pone de relieve Alejandro del Campo, ya que podrán disponer, por ejemplo, de un chalé valorado en seis millones de euros, y poniéndolo a nombre de los dos miembros de la pareja (tres millones cada uno), se verán exentos en el pago del impuesto.

Un punto a tener en cuenta es que el PP también se había comprometido a suprimir el Impuesto de Patrimonio, pero condicionado a que un nuevo Gobierno central o una sentencia del Tribunal Constitucional tumbaran el Impuesto a las Grandes Fortunas creado por el anterior Ejecutivo de Pedro Sánchez y que implica que el Estado se lleva el dinero cuando una autonomía renuncia a cobrar ese tributo. Pero el Constitucional avaló esa nueva carga fiscal y Sánchez logró su reelección, manteniendo ese impuesto estatal.

Escaso en Europa

El Impuesto sobre el Patrimonio resulta excepcional en Europa, y ese es otro de los argumentos esgrimidos por los partidarios de su supresión, que consideran contraproducente su aplicación ante el riesgo de que los más ricos fijen su residencia fiscal fuera de sus fronteras. En la actualidad solo se aplica en España, Noruega, Países Bajos y Suiza, y ha sido eliminado en Alemania, Francia, Austria, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo y Suecia, con el fin de favorecer la permanencia en esos países de las grandes fortunas. En el resto no ha existido.

Incluso en España desapareció durante unos pocos años de manos del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que lo anuló en 2008, aunque optó por recuperarlo en 2011 cuando la crisis económica generada por la burbuja inmobiliaria conllevó un problema de ingresos públicos y de incremento del déficit.

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