OPINIÓN

Aina Calvo, siempre al borde de un ministerio

Mateu Ferrer

Mateu Ferrer

Cada vez que gobiernan los socialistas en España, la carismática alcaldesa de Palma acaricia un ministerio; en esta ocasión lo ha perdido porque dos mallorquinas con tan alto rango sería un exceso indigesto para el Madrid chovinista y –por qué negarlo a estas alturas– para la propia Francina Armengol. Ello no obstante, en el contexto actual la secretaría de Estado de Igualdad equivale a una cartera ministerial, y no precisamente de las secundarias.

Aquí en la provincia, el PSIB-PSOE se afana en asegurar que detrás del ascenso de Calvo está la mano de la presidenta del Congreso. En su estrategia para promocionar desde la Delegación del Gobierno de Balears a un afín, Armengol intentó que Calvo repitiera en Cooperación internacional, pero el ministro de Exteriores prefería a otro perfil con mayor sintonía personal. La palmesana ha sido pues apadrinada por otras ministras más alegres y progresistas que José Manuel Albares. Y que conste que el fichaje de Calvo ha tenido que pasar por el filtro personalísimo de Pedro Sánchez. El presidente quería a alguien potente para pasar página de Irene Montero.

Mientras en Mallorca el Govern encubre a imputados por acoso, las mujeres, el feminismo, las personas LGTBI y sobre todo las víctimas de la violencia machista de todo el Estado están de suerte. Aina Calvo es siempre un valor seguro. Aunque se le vuelva a escapar un ministerio.

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