Guerra a los ‘minimarkets’ en Baleares en la reforma del decreto de excesos

Las patronales hotelera, de restauración, ocio y comercio de Platja de Palma reclaman que se prohíba en toda la comunidad autónoma el botellón, el ‘balconing’, la venta ambulante o la prostitución

Turistas, al inicio de temporada, y vendedores ambulantes de alcohol, en Playa de Palma. | PERE JOAN OLIVER

Turistas, al inicio de temporada, y vendedores ambulantes de alcohol, en Playa de Palma. | PERE JOAN OLIVER / Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

Myriam B. Moneo

Hoteleros, restauradores, empresarios de ocio y comerciantes de Platja de Palma declaran la guerra a los ‘supermercados no tradicionales’. Les señalan como «los principales incumplidores del decreto ley contra el turismo de excesos, a los que acusan de ser «proveedores de los vendedores ambulantes» de alcohol en la vía pública y por ende, estar detrás de los botellones. En sus propuestas al Govern para modificar la norma contra el turismo de borrachera reclaman que se «debería aprovechar» y prohibirse en toda la comunidad autónoma el botellón, el balconing, la venta ambulante o la prostitución.

El documento que han presentado al Ejecutivo de Marga Prohens, que prepara la modificación de la norma aprobada en la última legislatura del Pacto de Progreso —y se llamará decreto de turismo responsable— ha sido redactado por Monlex Abogados. Lo suscriben la Asociación de Hoteleros de Playa de Palma, Restauración Mallorca Caeb, la Asociación Balear de Ocio y Entretenimiento (Abone) y la Federación de Empresarios de Comercio de Balears (Afedeco), como miembros de la Mesa de Trabajo constituida para modificar la norma en vigor.

En el documento en el que se detalla la Propuesta de modificación y mejora del Decreto-ley 1/2020 del 17 de enero contra el turismo de excesos, al que ha tenido acceso este diario, se carga sobre todo contra los minimarkets, por contravenir la prohibición de vender alcohol entre las 21:30 y las 8 horas. Demandan limitar las nueva licencias a estos establecimientos comerciales —y denegar licencias ya concedidas o pendientes durante los dos últimos años—, exigirles que tenga baños, así como limitar a un porcentaje máximo del alcohol que pueden vender, por ejemplo solo un 10 % sobre la totalidad de productos, entre otras medidas que consideran extrapolables a todo Balears, salvo alguna excepción que se refleje en la nueva norma acotándose solo a las zonas turísticas más conflictivas por los excesos.

Se reconoce que el todo incluido con bebidas restringidas ha reducido los incidentes en los hoteles

Los empresarios piden «medidas valientes» en la nueva legislación del Govern de Prohens, que mejoren la convivencia y acaben con la competencia desleal. Critican que las medidas en vigor «no han sido efectivas ni suficientes», entre ellas, la prevención del balconing, la eliminación del régimen del todo incluido limitando las bebidas alcohólicas dentro de los hoteles, la de promover el alcohol con las rutas etílicas (pub crawling) el 2x1, la barra libre o happy hours y el cierre de establecimientos comerciales donde se vende alcohol entre las 21.30 y las 8 horas.

Subida de precios

En el sector de la restauración y ocio se han eliminado, «en su mayoría», la promoción y publicidad del alcohol y se han subido los precios, «lo que ha provocado que los turistas busquen alternativas» en la venta ambulante y, «en consecuencia, el botellón».

Las cuatro patronales ensalzan el efecto que han tenido «la restricciones del todo incluido» que, junto a la seguridad privada de los establecimientos, ha provocado la reducción de los incidentes. Argumento que refuerza que «el problema reside fuera, en la vía pública».

Así las cosas, acusan a los «supermercados no tradicionales» de ser los que incumplen la normativa porque además de saltarse las horas de cierre, «sirven de principales proveedores de los vendedores ambulantes».

Se insta a limitar la licencias a los supermercados no tradicionales y exigirles tener baños

Sobre el consumo de alcohol se critica que Baleares es la única comunidad autónoma que no ha regulado el alcoholismo, al dejarlo fuera de la ley sobre drogodependencias y adicciones porque se optó por que contara con una norma específica. Como nunca se ha llevado a cabo no está establecida la prohibición de consumo de alcohol en la vía pública. Por ello se insta a prohibirlo vía el decreto de excesos — «sería un parche necesario»—.

Los empresarios también piden que se prohíban los servicios de comida rápida de una de la madrugada y las ocho de la mañana de abril a octubre a todas las zonas donde se acumulan más residuos y que se habiliten áreas específicas para las actuaciones callejeras.

Y ante las sanciones por beber alcohol en la vía pública proponen que se cobren in situ mediante datáfonos.

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