La economía azul, el turismo que viene, a debate en el club Diario de Mallorca

El foro de Diario de Mallorca reunió el pasado martes al sector náutico de Mallorca. El evento, que destacó el papel de las islas en la transformación, contó con la colaboración de la Fundació Mallorca Turisme del Consell, Astilleros de Mallorca y el puerto Alcudiamar 

Diego Colón de Carvajal, ingeniero naval y consejero delegado de Astilleros de Mallorca; Manuel Ruiz de Elvira, ingeniero naval; Carlos Morales, arquitecto naval y director general de Astilleros de Mallorca y Peter Brown, director de Global Yachting Group, durante la mesa redonda del sector náutico que tuvo lugar en el club Diario de Mallorca.

Diego Colón de Carvajal, ingeniero naval y consejero delegado de Astilleros de Mallorca; Manuel Ruiz de Elvira, ingeniero naval; Carlos Morales, arquitecto naval y director general de Astilleros de Mallorca y Peter Brown, director de Global Yachting Group, durante la mesa redonda del sector náutico que tuvo lugar en el club Diario de Mallorca. / B.RAMON

Juan Poyatos

La preocupación ciudadana por el futuro del planeta ha llevado a la industria general a replantear su enfoque de venta. Ha nacido un concepto económico derivado de una nueva mentalidad global, la “economía azul”.  

Los consumidores buscan que sus acciones permitan generar una mejora en las condiciones del planeta con un consumo “sostenible”. Toda la industria está introduciendo este concepto en sus procesos. Esta tendencia global en el nuevo consumo se define como “economía azul”.  

 Bajo esta premisa el Club Diario de Mallorca celebró el pasado martes el foro Economía Azul. Mallorca, destino náutico sostenible con la presencia de destacados expertos del sector náutico de las islas, junto a las autoridades competentes en un foro organizado por el diario con la colaboración de la Fundació Mallorca Turisme del Consell, Astilleros de Mallorca y el puerto Alcudiamar. 

Formaron parte del Foro el conseller de la Mar i del Cicle de l’Aigua, Juan Manuel Lafuente; el ingeniero naval, Manuel Ruiz de Elvira, cuyos diseños han competido en la Copa América; Carlos Morales, arquitecto naval y director de Astilleros Mallorca; Peter Brown, director de Global Yachting Group; Bartomeu Bestard, CEO de Alcudiamar; Jorge Martín, responsable de innovación, calidad y medio ambiente de la Autoridad Portuaria; Diego Colón de Carvajal, que actuó como moderador y María Jesús Riera, responsable del Club Diario de Mallorca, fue la presentadora . Y tuvimos que excusar a Isabel Teruel, vicepresidenta del Baleric Marine Cluster, que finalmente no pudo asistir.

Los ponentes, en dos mesas de debate, disertaron sobre el concepto de economía azul y su conexión casi desconocida con el turismo y la economía de las islas. 

Juan Manuel Lafuente, conseller de la Mar i del Cicle de l’Aigua, fue el encargado de la apertura del acto. Puso en valor el interés del nuevo ejecutivo autonómico por todo lo relacionado con el agua y el mar, y como muestra la creación de esta nueva Conselleria. 

El conseller se felicitó del contacto con el sector y abrió la puerta a una eficaz coordinación público privada. Manifestó que las islas estaban en el camino correcto y que desde el ejecutivo se darían los pasos adecuados para hacer crecer la industria náutica en Baleares.

El conseller de la Mar i del Cicle de l’Aigua, Juan Manuel Lafuente

El conseller de la Mar i del Cicle de l’Aigua, Juan Manuel Lafuente / B.RAMON

Durante la primera mesa redonda se analizó el concepto de “economía azul”, que nació en 2010 tras la publicación del libro The blue economy, del economista belga Gunter Pauli. Su visión de la productividad se inspira en la naturaleza, que no deja residuos. Para el experto belga, no es posible una economía, una producción industrial, transporte o manufactura, que deje residuos. 

En este sentido, el turismo, como cualquier otra industria, está sometido a la voluntad del cliente y su mentalidad. Lógicamente, no es lo mismo vender sol y playa en los años sesenta que ahora o en el futuro. Por tanto, si las islas quieren seguir siendo atractivas para los turistas de mañana deberán alinearse con los principios básicos de la “economía azul”, tal y como resaltaron los expertos. 

El concepto del economista belga se ha entremezclado y diluido con la idea general de que “economía azul” es en realidad toda actividad económica que tiene como origen el mar. Lo cierto es que la economía en general, y la del mar en especial, son y deben ser “azules”. En definitiva, la oferta hoy ha de adaptarse a la necesidad del cliente, que siente a su vez una necesidad superior, la del planeta. 

Por lo tanto, si queremos seguir alineados con las tendencias globales, con la mentalidad de los ciudadanos potencialmente turistas de nuestras islas, debemos proporcionarles unas vacaciones sostenibles. Los turistas reconocerán el esfuerzo local por potenciar las tecnologías de “reparación”. La investigación científica, el cuidado del entorno por medio de la tecnología y la voluntad política y ciudadana han de ser nuestros polos de atracción.

Industria náutica en Baleares

La industria náutica en Baleares ya tiene presente este movimiento global, ya que los que nos visitan para navegar o conocer nuestras aguas quieren disfrutar de calas trasparentes, amarrar en puertos limpios y cuidados, dotados de energías renovables y «ciencias paliativas del mar». 

El turista, el turista bueno, el que queremos, entiende que hay un largo camino por recorrer, por lo que nos dará tiempo para alinearnos completamente con su nueva mentalidad, tal vez un par de años. 

La náutica en las islas ha de ser el ejemplo a seguir, ha de convertir el destino en el lugar adecuado para pasar un tiempo de descanso, sin que el turista se sienta parte de una máquina destructora, sino todo lo contrario. El nuevo “turista azul”, navegue o no, es el turista que debemos atraer, un turista que se siente parte de un movimiento y una sociedad que trabaja por un planeta mejor. 

Diego Colón de Carvajal, ingeniero naval y consejero delegado de Astilleros de Mallorca moderó las dos mesas del foro de Diario de Mallorca, donde expuso datos aportados por el Balearic Marine Cluster, que afirma que el 40% de los yates que recalan en Mallorca lo hacen atraídos por la excelencia del sector de la reparación y mantenimiento. Una forma de turismo “técnico” que es muy poco conocida. 

Durante el debate, Manuel Ruiz de Elvira, ingeniero naval, destacó que pese a que el impacto de los yates es mínimo a nivel global, a nivel local puede ser merecedor de estudio si se acumula en determinadas zonas. Para el experto en diseño naval avanzado, la tendencia de los armadores, que no quieren contaminar y buscan el menor impacto en su navegación, «es buscar cada día barcos más eficientes en propulsión, tratamiento de residuos y mantenimiento».  

Por su parte, Carlos Morales, arquitecto naval y director general de Astilleros de Mallorca, explicó cómo el crecimiento de la flota mundial está ligado a la renovación permanente de los barcos, que rara vez se desguazan, y cuya modernización y adaptación a las nuevas regulaciones y tecnologías supone una fuente de actividad de gran valor para la industria del yate en Baleares.

Peter Brown, experto en pinturas navales, destacó como la industria de la pintura se ha alineado con la voluntad de los armadores, que buscan evitar contaminantes y los disolventes en las pinturas. Afirmó que la tecnología permite ahora ahorrar material y utilizar cada día más pinturas “al agua”, mucho más seguras, sobre todo para los trabajadores que las manipulan. 

En la segunda mesa, titulada Infraestructuras, se debatió sobre la necesidad de ofrecer a los turistas náuticos unas instalaciones que puedan competir con otros destinos similares en el Mediterráneo occidental. 

Bartomeu Bestard, CEO de Alcudiamar, manifestó la importancia de aprovechar la tecnología para mejorar el entorno de los puertos deportivos. Destacó que innovar «es sobre todo tener una visión adelantada a los tiempos que permita tomar decisiones que nos pongan siempre un poco por delante de la competencia». 

Jorge Martín, ingeniero de puertos y responsable de innovación, calidad y medio ambiente de la Autoridad Portuaria de Baleares, explicó los muchos proyectos, inversiones y ayudas que ha hecho la APB en los últimos años, buscando siempre ser respetuosos con el medio marino. La tecnología, la investigación científica y la innovación son, para la APB, la fórmula que permitirá disponer de los puertos más sostenibles, un requerimiento irrenunciable del ciudadano. Al finalizar el acto, los asistentes disfrutaron de un cóctel en el que se pudieron seguir comentando las ideas y conceptos trasladados durante las dos mesas.