Mateu Vich, geógrafo: «La gente no es consciente de la magnitud del destrozo territorial de Mallorca»

El geógrafo Mateu Vich presentó ayer el último estudio de Terraferida: «Han construido 350 hectáreas de nuevas viviendas en suelo rústico en seis años»

Una edificación con piscina en suelo rústico.

Una edificación con piscina en suelo rústico. / DM

Guillem Porcel

Guillem Porcel

«La gente no es consciente de la magnitud del destrozo territorial que se está llevando a cabo en Mallorca». El geógrafo Mateu Vich presentó ayer públicamente en Ses Cases des Mestres de Santa Maria el informe de Terraferida en el que advierten de la «oleada urbanizadora» que ha consumido más de once kilómetros cuadrados de territorio en Mallorca entre 2015 y 2021. El estudio contiene mucha información porque se ha medido el impacto de construcciones, carreteras, canteras y parques solares en suelo rústico comparando fotografías aéreas de la isla en estos seis años. En suelo rústico, se ha construido en este periodo 350 hectáreas de nuevas viviendas y 60 de ampliaciones que incluyen piscina o pistas de tenis.

Vich asegura que el «destrozo territorial» de Mallorca es la cuestión más grave que vive actualmente la Part Forana porque la construcción en suelo rústico no se ha parado: «No depende tanto de que partido gobierna, sino de la dinámica de la sociedad y de la economía. Si la izquierda no lo ha parado, la derecha no lo hará».

Según el estudio, los 11,2 kilómetros cuadrados consumidos en total equivalen a 1.400 campos de fútbol, de los que un 70% eran superficies agrarias o forestales. La mayor parte del suelo rústico «artificializado» lo ha consumido edificaciones residenciales aisladas ya que los dos mil chalets edificados o ampliados entre 2015 y 2021 han consumido 4,1 kilómetros cuadrados, lo que supone un 51% de suelo rústico transformado.

El geógrafo mallorquín explica que la mentalidad del pequeño propietario «sigue muy presente a pesar de que son una especie en extinción» y detalla que todos los chalets que se hacen en suelo rústico no son de mallorquines, sino de extranjeros: «Los chalets son cada vez más grandes, no solo por las edificaciones sino también porque incluyen piscinas, jardines o porches».

El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha dejado claro en varias ocasiones que «mientras la izquierda amenaza con prohibir cualquier edificación en suelo rústico, nosotros mantendremos la superficie mínima de dos cuarteradas para poder construir una vivienda» porque, según considera, «hay muchos mallorquines que tienen fincas en el campo de más de dos cuarteradas que tienen que poder aprovechar y, si quieren, construir su casa».

Vich lamenta que en Mallorca se haya normalizado la construcción en suelo rústico: «Ve a Cataluña y pregunta si puedes edificar en suelo rústico. Te mirarán como si fueras de otro planeta».

Terraferida decidió abandonar su actividad tras ocho años denunciando las heridas que sufren el territorio y el patrimonio natural de Mallorca por el hartazgo a causa de haber chocado contra «un muro impermeable»: los partidos e instituciones de la isla. «Tras ocho años de propuestas, alegaciones y sugerencias, no hemos encontrado ningún sí», lamentaban desde la organización ecologista.