Francesc Antich: «El Estatut impide crear oficinas raras para perseguir el catalán»

Francesc Antich y Francina Armengol ofrecieron ayer en la Fundació Gabriel Alomar una conferencia sobre los 40 años del Estatut de Autonomia en las que ambos expresidentes del Govern realizaron una defensa férrea de la norma fundamental de la Comunidad Autónoma, que vuelve a estar en el centro del debate por la ley de Vox para imponer el castellano en el Govern, ayuntamientos y la UIB. Antich aseguró que el Estatut «impide crear oficinas raras para perseguir el catalán y volver 40 años atrás» y cargó contra el Partido Popular: «La derecha ahora está chantajeada por la extrema derecha, necesitamos unos conservadores más europeos».

Los dirigentes socialistas consideran que en estos momentos es «más necesario que nunca» reivindicar el Estatut frente a los «ataques» de PP y Vox en materias como el catalán «después de décadas de consenso» respecto a la lengua propia de las islas. El PSIB-PSOE llevaba en el programa electoral de las elecciones autonómicas de mayo una propuesta de reforma estatutaria que pretendía «blindar» la financiación de las principales políticas sociales, sobre todo educación y sanidad, para evitar posibles recortes en el futuro.

Antich también elogió la decisión de Pedro Sánchez de elegir a Armengol para presidir la Cámara baja ―la inquera afirmó que se debe a un éxito «colectivo» de todo el PSIB― porque se trata de una persona «con sensibilidad política, capacidad de diálogo y que entiende la diversidad territorial». El dirigente socialista celebró que en el Congreso se puedan utilizar a partir de ahora todas las lenguas oficiales «gracias a Armengol» porque considera que se trata de «un gran avance».

Por su parte, la secretaria general del PSIB-PSOE reiteró que el Estatut necesita una reforma para blindar los presupuestos de Salud, Educación o Servicios Sociales con el objetivo de hacer frente a retos importantes como el crecimiento poblacional o la protección medioambiental: «Ahora tenemos un contexto propicio para avanzar hacia una mayor descentralización que suponga el reconocimiento de la pluralidad de España y tenemos la oportunidad para consolidar el autogobierno de Baleares».

Armengol también reivindicó muchas de las decisiones tomadas tanto por su Govern como por los ejecutivos de Antich: «Los socialistas hemos sido pioneros con la paridad en las listas electorales, la renta social garantizada, la memoria democrática y la apertura de fosas, la persecución del turismo de excesos o la prohibición de los plásticos de un solo uso».

La líder del PSIB envió un recado a los partidos de derechas ―«no se puede decir constitucionalista quien no se reconoce en el pacto territorial»― a la vez que planteó que se deben poner límites para garantizar los recursos naturales para las próximas generaciones.

En este sentido, volvió a plantear uno de sus temas recurrentes: la necesidad de avanzar hacia el federalismo frente a quienes quieren «imponer una idea única, uniforme, intolerante y excluyente» de España porque tienen «miedo de reconocer la diversidad y ridiculizan las lenguas oficiales» del Estado.

Finalmente, reclamó a su partido y a la sociedad balear que «no podemos permitir los recortes evidentes» en materia lingüística.