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Julia Serra: «Los hombres homosexuales son más conscientes de las infecciones»

La coordinadora de la CAITS, Julia Serra, aboga por la educación sexual y emocional contra las enfermedades de transmisión sexual: «Hay una relajación en el uso del preservativo»

Julia Serra, médica internista y coordinadora del CAITS.

Julia Serra, médica internista y coordinadora del CAITS. / IBSALUT

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

Julia Serra es médica internista en el hospital de Inca y coordinadora de la Consulta de Atención a las Infecciones de Trasmisión Sexual (CAITS), un centro que se puso en marcha hace casi trece años para prevenir y controlar este tipo de enfermedades.

¿Cuáles son las infecciones de transmisión sexual más comunes que se diagnostican en el centro?

Atendemos varios tipos de infecciones, pero las más frecuentes son la gonorrea, la clamidia y el sífilis.

El sida lleva años con tendencia a la baja. A falta de datos oficiales del resto de infecciones, ¿cómo diría que evolucionan?

Todas las ITS menos el sida van en aumento en Mallorca, en Balears y en todo el mundo. Tienen diferentes curvas de ascenso, pero algunas son casi verticales. Los datos que manejamos revelan que algunas se atienden el doble que hace diez años. El VIH es la única que desciende y se comporta de forma diferente al resto de infecciones.

¿A qué lo atribuyen?

La gente tiene cada vez más parejas sexuales y ha habido una relajación en el uso del preservativo. Es decir, se tienen más encuentros con más parejas diferentes y sin usar protección de forma constante. Mucha gente lo utiliza en la penetración, pero no en el sexo oral, pese a que también puede transmitir clamidia, gonorrea y sífilis. El paciente puede no tener síntomas y contagiar sin saberlo.

Pese a que los contagios de VIH han descendido, se ha producido un repunte entre personas heterosexuales. ¿A qué se debe?

Los hombres que tienen sexo con hombres son más conscientes del peligro de las infecciones. Es cierto que para el sida no hay cura ni vacuna, pero existe una nueva arma preventiva, la profilaxis prexposición (PrEP), que es el uso de antirretrovirales para prevenir la infección, y que está dando muy buenos resultados. Es una pastilla que se toma de forma diaria.

Los contagios de VIH también han aumentado entre las personas de fuera de España. ¿Tiene una explicación?

Muchas personas extranjeras vienen ya contagiadas. Desconocían la infección, pero la padecían. El problema, quizá, es el acceso al diagnóstico, puede que por tener menos posibilidades de ir al médico. Es decir, que en su país de origen no se lo habían diagnosticado. En algunos casos indagamos más porque detectamos que la enfermedad ya estaba diagnosticada y avanzada, y descubrimos que el paciente lo sabía pero no había querido admitirlo, puede que por falta de acceso a un tratamiento.

Treinta años después de la explosión de contagios de VIH, ya casi no se habla del sida. ¿Se ha bajado la guardia?

Sí. El miedo al VIH hizo que la gente se protegiera más. Ahora, hay personas que nos dicen que están tranquilas porque hay tratamientos, o incluso se sienten aliviadas cuando se infectan porque ya no tienen que estar preocupadas. Es un tema complejo y las campañas del miedo están obsoletas. Hay que educar en positivo.

¿Hace falta más educación sexual en las escuelas?

Sí, aunque poco podemos hacer en CAITS, porque atendemos a personas que ya están teniendo conductas de riesgo. En ese caso intentamos reconducirlas, por ejemplo insistiendo en el uso del preservativo. Pero sí, falta educación sexual; mucha gente no sabe, por ejemplo, que uno puede tener gonorrea en la garganta y contagiar a otra persona. También falta educación emocional, con temas más profundos que en la consulta se nos escapan. Hay personas que no usan preservativo por vergüenza o miedo a pedirlo, es necesario trabajar en ese sentido.

¿Cuál es el perfil de las personas que acuden al centro?

No hay un perfil medio. Vienen desde menores hasta gente de setenta años. Las consultas son transversales en cuanto a edad, sexo y orientación. Eso sí, los hombres que tienen relaciones con hombres están más concienciados y vienen a hacerse cribados, que son muy importantes, aunque no tenemos la sensación de que estén parando el problema.

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