Aurora Jhardi, a Penalva, Subirán y los polícias de Blanqueo: «Siento muchísimo que estéis aquí»

La exregidora admite que dio información errónea a los investigadores del caso Cursach por su «inexperiencia» en el Ayuntamiento

Un testigo dice ser el autor de una filtración atribuida a los acusados

La exconcejal Aurora Jhardi, ayer antes de su declaración como testigo en el juicio.

La exconcejal Aurora Jhardi, ayer antes de su declaración como testigo en el juicio. / IB3

Marcos Ollés

Marcos Ollés

La exconcejal de Función Pública y Gobierno Interior de Cort Aurora Jhardi lamentó ayer, en su declaración como testigo, que los investigadores del caso Cursach hayan acabado en el banquillo de los acusados. «Siento muchísimo que estéis aquí», dijo la Jhardi al exjuez Manuel Penalva, el exfiscal Miguel Ángel Subirán y los cuatro agentes del grupo de Blanqueo de la Policía durante su comparecencia. Las palabras de Jhardi provocaron una rápida reacción del fiscal Tomás Herranz, que en ese momento estaba preguntándole por su colaboración con los investigadores ahora encausados y le pidió explicaciones por sus palabras. «Todo lo que acababa en un juicio te sabe mal. Me he excedido y les pido disculpas», argumentó Jhardi, que fue condenada por la Audiencia de Palma a nueve años de inhabilitación por prevaricación por anular una licencia del grupo Cursach. El fallo no es firme, ya que ha sido recurrido ante el Tribunal Supremo.

En su declaración, la exedil contó que mantuvo reuniones y contactos telefónicos con varios de los investigadores ahora acusados y que colaboró con ellos en el caso ORA. Lamentó haberles ofrecido información y valoraciones que a la postre resultaron erróneas debido a su «inexperiencia». «Recuerdo una pregunta sobre si era extraño que un informe de los servicios jurídicos se pudiera elaborar en 24 horas. Sufrí por aquella respuesta, me preocupó que pudiera malinterpretarse. Manifesté reiteradamente que todas las respuestas obedecían a lo que ya sabía en aquel momento. Éramos inexpertos», explicó. Jhardi dice que declaró entonces que le extrañaba esa rapidez, pero que luego ella misma pidió informes con celeridad en el ejercicio de sus funciones como concejal. «Hasta que no llevas un año o un año y medio, uno anda como pollo sin cabeza», añadió sobre su falta de conocimientos en aquel momento sobre determinados asuntos de la gestión municipal. «Yo no tenía ni idea. Un político en una mesa de contratación no sabe nada», aseguró al ser preguntada sobre el contrato de la ORA y el supuesto sobrecoste.

Jhardi relató también que mantuvo una reunión con el fiscal Subirán en los juzgados de Vía Alemania porque se lo pidió el entonces director general de Seguridad Ciudadana de Cort, Martí Capó. En ella les dijo que era posible que el grupo de Blanqueo fuera a pedir documentación al Ayuntamiento. «Nos dijo que tuviéramos cuidado porque era una investigación secreta que llevaba mucho tiempo y que no se corriera la voz».

La expolítica negó, a preguntas del abogado de Penalva y Subirán, haber sido coaccionada por los investigadores del caso Cursach. «Nadie me presionó para declarar en un sentido u otro», aseguró. También dijo que los investigadores de la Policía Nacional Juan Márquez y Juan Palomo no contactaron con ella durante las pesquisas que han desembocado en este juicio. 

Uno de los denunciantes del caso Cursach, citado por la defensa de Penalva y Subirán, confirmó que fue él quien facilitó documentos al periodista José Francisco Mestre, de Diario de Mallorca, descartando así que se tratara de una «filtración» de el exjuez y el fiscal. El testigo, empresario de la zona de Magaluf, así lo reconoció. En su comparecencia explicó además, en un tenso interrogatorio del fiscal Tomás Herranz, que acompañó a dos ciudadanos británicos al juzgado que dirigía Penalva para que declarasen en el caso Cursach -donde estaba personado como denunciante- y que ejerció como intérprete de inglés, pese a que, según reconoció él mismo, no tiene ninguna titulación para ello. 

En su estrategia de demostrar que existían indicios de amaño del concurso de la ORA, las defensas citaron ayer a dos funcionarios de Cort. Una era administrativa en el Ayuntamiento de Palma y explica que el departamento de Contratación le pedía certificados de que las empresas que concurrían a los concursos públicos no tuvieran deudas, para lo que realizaba una consulta del CIF de la empresa. El abogado Pedro Horrach exhibió un documento en el que solo constaba el CIF de dos de las tres empresas que formaban la UTE. «Me extrañó que la UTE no tuviera un CIF propio y que no constara qué persona pedía el certificado», contó. A Roig le constaba una multa en vía ejecutiva y no se podía emitir el certificado, de lo que la funcionaria avisó por correo electrónico al departamento de Contratación. 

También compareció un trabajador municipal sobre la aparición de tres contenedores llenos de documentos tras la detención del empresario Roig. Este testigo no pudo precisar de qué documentación se trataba.

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