Albufera de Mallorca: Cuando los flamencos la colonizan y crían 40 polluelos, señal de que algo va mal

Cuatro decenas de crías de flamencos nacen este año en el parque natural, señal de que el humedal está cada vez más salinizado en detrimento de su ecosistema natural de agua dulce

REPORTAJE CAMBIOS EN EL AGUA DE S'ALBUFERA. MANU MIELNIEZUK

REPORTAJE CAMBIOS EN EL AGUA DE S'ALBUFERA. MANU MIELNIEZUK / MANU MIELNIEZUK

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

El año pasado nacieron por primera vez en la historia de s'Albufera de Mallorca varias crías de flamenco. Pocas. Este 2023, los nacimientos en el humedal han sido numerosos, hasta 40 polluelos de esta especie de ave propia de aguas salinas. Lejos de ser una buena señal, la presencia de estos pájaros de cuello largo y alas rosadas es un indicio de que el ecosistema está cambiando de forma muy rápida en la zona de lagunas de Alcúdia, sa Pobla y Muro.

Los flamencos son propios de hábitats salinizados, viven en lagunas de agua salada que están cerca de la costa. De hecho, pueden avistarse con facilidad en El Salobrar de Campos o en Ses Salines de Ibiza. Que estén en las aguas de la albufera de Mallorca significa que ésta se muere de sal, que su ecosistema natural de agua dulce desaparece a marchas forzadas dejando atrás las fotges, el característico canyet y muchas otras especies de fauna y flora. En su lugar, los flamencos y las salicornias empiezan a predominar en el paisaje.

Flamenco en s'Albufera de Mallorca.

Flamenco en s'Albufera de Mallorca. / MANU MIELNIEZUK

Fuente de agua sobreexplotada

El agua dulce retrocede en estas lagunas mientras se cede el paso al agua del mar. El motivo principal es la escasa entrada de agua dulce proveniente de la Font de Son Sant Joan, sobreexplotada por el negocio turístico y la agricultura intensiva.

"Habría que reducir la extracción de este acuífero, quizá al 50%, para que éste se recupere y pueda proveer de agua dulce a la albufera", explica el ornitólogo del GOB Antoni Muñoz, con quien este periódico ha recorrido el parque natural para ver los estragos que está causando en la biodiversidad la salinización de la laguna.

Sin una voz experta que vaya narrando el desastre ecológico, no es fácil detectar los cambios, máxime cuando uno es un visitante puntual del parque. "Ese es otro de los problemas: como no hay una gran mancha de petróleo y sigue habiendo fauna y vegetación, parece que no está pasando nada", comenta alarmado. "Esta situación debe llegar a la opinión pública porque no va a quedar nada de la albufera", advierte.

"La albufera está rodeada de enemigos: la central térmica, el polígono industrial Ca na Lloreta, dos parques fotovoltaicos, la urbanización de chalets y hoteles, la agricultura intensiva de regadío, los fertilizantes...", enumera Muñoz.