Francina Armengol o Cuca Gamarra: el Congreso decide hoy quién será su presidenta

La diputada del PSOE puede convertirse en la tercera autoridad más importante del país si sale elegida, aunque la decisión depende de ERC y, sobre todo, de Junts per Catalunya

El PP presenta como candidata a su portavoz en la Cámara Baja

Pedro Sánchez habla con Francina Armengol a su llegada a la reunión de diputados y senadores del PSOE este miércoles.

Pedro Sánchez habla con Francina Armengol a su llegada a la reunión de diputados y senadores del PSOE este miércoles. / EP

Guillem Porcel

Guillem Porcel

Francina Armengol puede convertirse esta mañana en la tercera autoridad más importante de España, solo por detrás del Rey y el presidente del Gobierno. La expresidenta balear, que decidió ser candidata en las elecciones del 23J tras perder el poder en las autonómicas del 28M en gran parte por la debacle de Unidas Podemos, afronta hoy una jornada de infarto ya que el PSOE sigue sin tener amarrados los apoyos necesarios para su investidura. La elección de la Mesa tiene una importancia capital porque define la agenda parlamentaria. Los partidos que tengan mayoría pueden ralentizar o acelerar las votaciones e iniciativas de las formaciones políticas. 

La situación actual es laberíntica. En estos momentos, los socialistas cuentan con sus 121 escaños que, sumados a los 31 de Sumar, alcanzan la cifra de 152 apoyos asegurados. Aunque queda por confirmar el respaldo de los siete diputados de ERC, los seis de EH Bildu, los cinco de PNV y el único representante del BNG, los socialistas presuponen su respaldo —alcanzarían los 171— porque todos ellos han dejado claro que no evitarán que haya una Mesa «progresista». La candidata del PP, Cuca Gamarra, tiene también 171 apoyos asegurados: 137 de los ‘populares’, 33 de Vox y uno de UPN.

La clave para que Armengol asuma la presidencia del Congreso, por tanto, radica en conseguir una mayoría absoluta en la primera votación. Para ello, el PSOE necesita el respaldo de al menos cinco diputados de Junts. Si esta mayoría no se alcanza, se llevaría a cabo una segunda votación, donde se plantean dos posibilidades: obtener el apoyo de Coalición Canaria y la abstención de Junts, o bien asegurar únicamente tres votos favorables de los catalanes.

El partido de Carles Puigdemont tiene la llave y decidirá el sentido de su voto apenas dos horas antes de la votación, aunque el expresidente de la Generalitat envió ayer un mensaje claro a través de las redes sociales: «No tenemos ninguna confianza en los partidos políticos españoles, la Mesa del Congreso, para nosotros, no va de tener un cargo dentro, ni tampoco va de la investidura».

Además, en un mensaje interno a la dirección del partido tras conocerse la candidatura de Armengol, el secretario general de Junts, Jordi Turull, pidió a sus compañeros «seguid guardando silencio (tuits incluidos) y no nos pronunciemos en ningún sentido» porque «nuestra decisión sobre nuestro sentido de voto como quedamos la tomaremos conjuntamente el jueves por la mañana».

Armengol aún no ha comparecido ante los medios de comunicación desde que se oficializó la decisión el martes por la tarde, pero sí afirmó, también a través de Twitter, que están «comprometidos y decididos a empezar a trabajar desde el primer día de esta apasionante legislatura»

Entre las filas socialistas reinan dos sensaciones: prudencia y seguridad. Confían en que las negociaciones llegarán a buen puerto y no habrá contratiempos. En caso de no salir adelante la candidatura de Armengol y que la presidenta acabe siendo la ‘popular’ Cuca Gamarra, el escenario más probable que se abre es la repetición electoral porque el PP de Alberto Núñez Feijóo dirigirían la Mesa del Congreso y el Senado, donde cuentan con mayoría absoluta, lo que dificultaría mucho la labor de un hipotético gobierno de izquierdas.

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