El ministerio de Transición Ecológica que dirige la ministra Teresa Ribera, a través de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental, emitió este martes un informe en el que limita a Aena para mantener la capacidad de pasajeros y de vuelos actual en el aeropuerto de Palma. Evalúa el impacto ambiental del proyecto de reforma de la terminal de Son Sant Joan y recoge gran parte de las alegaciones presentadas por la Comisión Balear de Medio Ambiente del Govern al proyecto que Aena aceptó y se comprometió a no ampliar. Las resoluciones de este documento son vinculantes y de obligado cumplimiento por parte de Aena.
En este sentido, el informe de impacto ambiental elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica asevera: “La aprobación y ejecución del proyecto no implicará un incremento de la actual capacidad del aeropuerto, que se mantendrá en su valor actual (66 operaciones por hora)”. Ello supone un total de 33,8 millones de pasajeros anuales y un máximo de 246.900 vuelos al año en el horizonte de 2025. La autoridad ambiental también le recuerda a Aena que “la capacidad declarada del aeropuerto deberá analizarse durante la evaluación ambiental estratégica ordinaria de la revisión del actual Plan Director del Aeropuerto de Palma de Mallorca. En su definición, se tendrán en cuenta las limitaciones medioambientales del aeropuerto incluyendo aspectos relacionados con la capacidad de acogida del territorio y la Declaración de emergencia climática en Baleares”. Este último punto tampoco es baladí. Condiciona y vincula directamente posible ampliaciones futuras a aspectos ambientales.
De esta forma se disipan muchas dudas sobre este importante importante proyecto de reforma de la terminal del aeropuerto de Son Sant Joan, con un presupuesto de 120 millones de euros. Hay que recordar que las entidades ecologistas, especialmente el GOB y Terreferida se han movilizando en varias ocasiones contra estas obras denunciando que se trata de “una ampliación de la capacidad encubierta para incrementar el número de vuelos”. El informe del ministerio de Transición Ecológica es lo suficientemente contundente y descarta, de momento, ninguna ampliación de capacidad.
Aena explicó este martes en un comunicado que la resolución «incluye todos los compromisos acordados entre Aena y la Comisión Balear de Medio Ambiente para este proyecto, que comprende cuatro actuaciones: plataforma de estacionamientos en remoto, edificio procesador y módulo A, módulo D y viabilidad, accesos y aparcamientos. Los trabajos tienen como objetivo modernizar una infraestructura que data de 1997, así como garantizar su sostenibilidad ambiental y en ningún caso contempla ampliaciones».
Estacionamiento de aeronaves
Respecto al estacionamiento de aeronaves, el informe ambiental también deja claro a Aena que no permitirá ningún incremento: «El único objetivo del proyecto será aumentar las posiciones en contacto (pasarelas finger), en detrimento de las posiciones en remoto existentes. No se aumentará el número total de puestos de estacionamiento para aeronaves, que se mantendrá como en la situación actual (119 posiciones). Tampoco aumentará el número de puestos de estacionamiento para aeronaves de manera simultánea, manteniéndose como en la situación actual (en 97 posiciones)».
La dirección general de Calidad y Evaluación Ambiental tampoco considera oportuno el incremento de plazas de aparcamiento. Por ello le recuerda que el único objetivo del proyecto «será aumentar los estacionamientos destinados a empleados del aeropuerto, para lo que se construirán un máximo de 644 plazas (excepto 97 plazas adicionales para usuarios del aeropuerto en el aparcamiento express de llegadas y 10 plazas para autobuses)». Este apartado del informe concluye: «El número de plazas para el resto de usuarios debe mantenerse como en la situación actual».
Fotovoltaicas en edificios
De igual modo, Transición Ecológica indica a Aena que la instalación de placas fotovoltaicas para la generación de energía limpia deben estar sobre los edificios existentes. Le prohíbe ubicarlas en «zonas naturales», salvo que no exista otra alternativa. Al respecto, desde Aena apuntaron que tienen prevista la instalación de placas solares en las nuevas cubiertas en los edificios en los que sea posible su ubicación y próximamente licitarán el proyecto de instalación en la cubierta del parking general, que es el edificio más grande del aeropuerto.
Sobre el paisaje, el ministerio obliga a preservar «los molinos de viento de extracción de agua existentes en la zona de Sant Jordi como consecuencia de la ejecución de las actuaciones previstas, adoptándose todas las medidas necesarias para evitar cualquier tipo de daño o deterioro». Lo mismo ocurre ante las posibles apariciones de restos arqueológicos en la zona.
LAS CLAVES
- El informe: Evaluación de impacto ambiental del proyecto de la terminal
El BOE publicó este martes el informe de evaluación ambiental elaborado por Transición Ecológica sobre el proyecto de remodelación de la terminal de Son Sant Joan. Un documento vinculante y necesario para obtener los permisos.
- Capacidad: 66 vuelos por hora y un máximo de 33 millones de viajeros
La informe del Ministerio apunta que el aeropuerto debe mantener su capacidad de actividad actual. Ello significa que no podrán superar los 66 vuelos a la hora, 246.900 al año y un máximo de 33,8 millones de pasajeros anuales.
- Estacionamientos: Incide en que no se aumenten los aparcamientos de aviones
Transición Ecológica, tal y como apuntó la Comisión Balear de Medio Ambiente emplaza a no incrementar el número de estacionamientos para aviones. Permite aumentar los finger en detrimento de los estacionamientos en remoto.
- Energía: fotovoltaicas solo en las cubiertas de edificios existentes
La instalación de placas fotovoltaicas para la energía renovable del aeropuerto no se podrá llevar a cabo en «terreno natural». Aena ya prepara las licitaciones para la instalación de las placas en edificios, en concreto en cubiertas del aparcamiento.
