Desde primera hora de la mañana de hoy, al iniciarse la fase 1 del proceso de desconfinamiento, los bares más céntricos de la ciudad de Palma han podido abrir sus terrazas y servir a sus primeros clientes Esta primera jornada se está trabajando a bajo ritmo, debido a la falta de clientes, ya que estos locales se nutren en su mayor parte por una clientela extranjero. Estos locales han permanecido cerrados al público desde hace casi dos meses, desde el momento en el que el Gobierno declaró el estado de alarma [vea aquí las imágenes].

La mayoría de clientes se han mostrado esta mañana muy satisfechos de que, por fin, se hayan podido sentar tranquilamente en una terraza para poder saborear un café matutino. Los empresarios de este sector de la restauración se han visto obligados a adoptar una serie de medidas, como por ejemplo ampliar el espacio entre mesas, ya que de momento solo se les permite explotar la mitad del aforo. Precisamente, debido a esta limitación del espacio muchos bares ni siquiera se han planteado la posibilidad de abrir, ya que los empresarios han calculado que si reinician la actividad, los gastos serán superiores a los ingresos, y no les merece la pena empezar. No lo harán hasta que no se declare otra fase del desconfinamiento.

El hecho de que en la calle haya mucha menos gente de lo normal también se ha notado esta mañana en las terrazas. No hay turistas y los clientes que se sentaban en las terrazas de los principales bares de Palma, como por ejemplo el bar Bosch, eran personas que trabajaban en los alrededores del centro de Palma. También algunos amigos, que tienen autorización para poder trabajar, habían quedado en la terraza para poder tomar el primer café matinal, después de superar la espera de casi dos meses sin poder desayunar lejos de casa. "Ya me había olvidado del sabor del café en el bar y me había acostumbrado al de la cafetera de mi casa, pero la verdad es que sabe mucho mejor", señalaba un cliente esta mañana.

Los responsables de estos negocios señalaban que van a ser muy estrictos con las medidas de seguridad que ha impuesto el Gobierno. Además de reducir el aforo y aumentar las distancias entre las mesas, han señalado que serán muy rigurosos con la limpieza. Cada vez que se levanta un cliente y antes de que se siente otro, limpian con un producto desinfectante las mesas y las sillas. Aseguran estos empresarios que es una medida que tendrán que acostumbrarse a seguir haciendo durante meses, ya que algunos clientes les manifestaron su temor a resultar contagiados en un bar si no se adoptan estas medidas de seguridad.

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