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En estado de alarma

Mamparas contra pantallas de protección

Restaurantes y cafeterías de Mallorca adaptan sus locales y hacen números para reabrir el lunes

Mamparas contra pantallas de protección

Bares, restaurantes y cafeterías de Mallorca han empezado a levantar la barrera para preparar sus establecimientos de cara a la fase 1. A partir del lunes podrán abrir las terrazas para recibir clientes casi dos meses después de la aprobación del estado de alarma, pero afrontan estos días previos con mucha incertidumbre porque, lamenta el sector, no hay directrices claras sobre cómo empezar a transitar por la nueva normalidad.

Con el objetivo de evitar la propagación del virus entre sus clientes, algunos restauradores han decidido colocar mamparas de metacrilato en sus terrazas. "De momento no hay una normativa clara al respecto, pero poner mamparas es de sentido común. Nosotros seguimos la vía que han abierto en China o en Italia", comenta Manuel Caporale, propietario del restaurante Bianco e Rosso, en la calle Fàbrica.

Espera salir a flote con los clientes que pueda acomodar en la terraza, aunque solo podrá sacar la mitad de las mesas. Ayer probaba con unas mamparas que tenía guardadas desde antes de la crisis. "Lo veo complicado, pero vamos a ver cómo reaccionan nuestros clientes residentes, esperemos que estén motivados. En julio será mejor porque también contaríamos con los residentes extranjeros que tienen casa en Santa Catalina y que habrán podido regresar", manifiesta Caporale.

Sin embargo, buena parte del sector es reticente a las mamparas. Los restauradores asociados en CAEB y en PIMEM consideran más efectivo el uso de máscaras protectoras para la cara, además de frecuentes lavados de manos y mantener la distancia social. "Ahora mismo colocar mamparas no tiene sentido. Iremos desinfectando la terraza continuamente las mesas y nosotros nos protegeremos con pantallas de protección", asume Susana Bellafont, responsable del restaurante El Puente, en Palma.

El local atiende esta semana a clientes que acuden a recoger, y espera que el negocio remonte con la apertura de la terraza a partir del lunes. "Ahora mismo somos un mar de dudas. Ojalá nos llegue con el 50% de las mesas, pero es difícil porque un restaurante tiene muchos gastos y en nuestro caso vamos a tener que organizar dos turnos de mesas porque con uno no nos va a llegar", subraya Bellafont.

Al inicio de la crisis sanitaria Mundo Moragues transformó su empresa dedicada a la comunicación y la decoración que tiene en Porreres en una fábrica de máscaras de protección. "Hacemos unas doscientas al día. Empezamos regalándolas a los profesionales sanitarios, pero con el tiempo las hemos perfeccionado y hemos empezado a venderlas a restaurantes, peluquerías o dentistas. Suponemos que a medida vayan abriendo locales, aumentará la demanda", indica Moragues, propietario de MProtect.

"Es un producto muy fino", dice este empresario, pero advierte de que no están homologadas. "A la espera de que marquen unas directrices específicas, tenemos que hacerlo así", apunta.

Metacrilato

El uso de metacrilato para la fabricación de múltiples mamparas para supermercados y tiendas de alimentación desde que empezó la crisis sanitaria ha agotado este material en Mallorca. Su demanda se ha disparado ahora que el comercio está a punto de reabrir, pero escasea. "Ahora mismo es casi imposible de conseguir, te apuntan en una lista de espera", apuntan desde la patronal CAEB Restauración.

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