La joyera Isabel Guarch y el cocinero Andreu Genestra presentan su primera colaboración

La joyera Isabel Guarch y el cocinero con Estrella Michelin Andreu Genestra comparten una misma inspiración: Mallorca. Y esa mallorquinidad les ha llevado a colaborar y a llevarse cada uno a su campo la cultura de los foners. Así lo han explicado este miércoles en el espacio niu/new que el chef utiliza como laboratorio para diseñar las cartas de los diferentes restaurantes, a los que pronto sumará otro proyecto, en «un enclave único» de la Tramuntana. 

Foners es el nombre de la primera colección de joyas masculina creada por Isabel Guarch y su hijo Gonzalo, la misma que estaban preparando cuando Genestra les planteó hacer algo conjunto y que fuera «muy mallorquín». La cuerda trenzada de la honda, las piedras, los metales y el cuero utilizados en la época de los honderos balears están presentes en los diseños de esta firma, en sus pulseras y anillos, pero también en las elaboraciones del cocinero, en el diseño de la vajilla y cubertería creadas para esta ocasión.  

Gonzalo Calvo Guarch explica que con la colección Foners han querido «materializar el amor por Mallorca».

El chef, por su parte, ha mostrado y dado a probar tres elaboraciones inspiradas en la época de los foners (siglo IV a. C.). Ha sido un desayuno «de cuchara» que ha empezado con un milhojas de ensaimada con cochinillo y escabeche de naranja con piñones, para demostrar que productos considerados «rudos» pueden convertirse en «finura y joya». «El milhojas, en Francia, sería con hojaldre y nosotros lo hemos mallorquinizado y lo hemos hecho con esta ensaimada, estirada fina», ha señalado el reconocido chef.

De esta presentación, la joyera ha destacado el diseño de los platos. «Es una vajilla ad hoc, tiene todos los detalles, yo le fui pasando los bocetos. Este es el resultado, pero hay un trabajo previo de inspiración, de bocetos, de pruebas... El borde tiene grabado mensajes que son los mismos que ellos [los foners] ponían en las piedras que lanzaban contra sus oponentes».

La segunda elaboración ha sido un calamar hecho vuelta y vuelta, mezclado con tomate fresco, cebollino, pasas, piñones y piel de naranja deshidratada en polvo sobre una salsa con anchoa inspirada en el garum, esa antigua salsa que se obtenía tras dejar macerar las vísceras del pescado con sal y especias. Y servido sobre un plato de piedra. 

El bronce de la época de los foners ha estado presente en las cazuelitas en las que se ha servido el postre: una crema de brossat con fresas de temporada.

El cocinero, que este viernes reabre su restaurante Senzill, en Capdepera, y el 4 de abril retoma también Mediterranean, en Llucmajor, ha querido dar a conocer este espacio «nido» y «nuevo», una cocina ubicada en las instalaciones de Industrias Torrens, en Son Castelló, donde experimenta y crea los diferentes recetarios. Para esta nueva temporada, ha trabajado en los de cinco restaurantes, con 40 cocineros a sus órdenes. 

También Isabel Guarch tiene novedades: una primera línea de joyas para novias que prevé presentar «en breve» en tres colecciones cápsula.