Jesús Aguilar, Premi Ciutat de Palma de poesía en castellano: "El tinglado cultural siempre me ha repugnado"

El poeta madrileño, «un francotirador de la literatura», ha sido distinguido por ‘Danzas de sombras’

Jesús Aguilar, Premi Rubén Darío de poesía en castellano.

Jesús Aguilar, Premi Rubén Darío de poesía en castellano. / Enrique Calvo

«Todo creador necesita una confirmación a su trabajo, así que cuando ganas un premio, y tiene la categoría del Ciutat de Palma, y más ahora que vuelve a ser bilingüe, supone un reconocimiento, para mí es un paso adelante en mi itinerario poético», valora el escritor madrileño Jesús Aguilar (1945), Premi Rubén Darío de poesía en castellano por Danzas de sombras.

Un "francotirador de la literatura"

Con una trayectoria poética que contempla más de cinco décadas y numerosos galardones, Aguilar se define como «un fracotirador de la literatura, no solo porque tengo una voluntad de independencia y aislamiento, también porque el tinglado cultural a mí siempre me ha repugnado, es un tinglado muy sórdido aunque parezca lo contrario. Yo no he participado en cenáculos literarios ni en nada parecido. La forma de sacar mi obra literaria ha sido a través de los premios», afirma.

El poemario Danzas de sombras, explica, «es una recreación histórica en la que se expresan acontecimientos y estados de ánimo cronológicamente ordenados, desde el Hombre de las cavernas hasta la Edad contemporánea».

La poesía, "el último bastión de la sociedad actual"

Aguilar lamenta que cada vez se lea menos poesía en España. En su opinión, «la poesía es el último bastión que le queda a la sociedad actual. Es la forma de elocuencia suprema que la gente no sabe valorar porque a los poderes que nos dominan no les interesa que se lea poesía. La poesía es lo que nos distingue de las bestias. Un poeta debe ser un rebelde, pero en la actualidad el poeta es lo menos rebelde que existe, es un recoge migajas de los poderosos».

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