Las Sibil·les del Mediterráneo se unen por primera vez en un concierto en la Catedral de Mallorca

La Seu acoge a unas 1.500 personas que acuden a escuchar las diferentes versiones de esta pieza musical medieval

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Con un largo aplauso mientras abandonaban la nave central de la Seu. Así han sido despedidas las cuatro Sibil·les de las catedrales de Mallorca, València, Barcelona y L’Alguer al finalizar el concierto que este miércoles, 3 de enero, las ha reunido por primera vez y al que han asistido unas 1.500 personas, sin llegar al límite de su aforo. «Me ha encantado». «Ha sido espectacular, con el humo y el sonido», comentaban dos de los asistentes a este acto que, como ha dicho Teodor Suau, deán presidente del cabildo catedralicio, ha querido ser una reivindicación de una misma cultura y de una «tradición que hace posible nuestra identidad». 

Con el título de El Cant de la Sibil·la a les Catedrals de la Mediterrània, la Seu ha celebrado este concierto que ha permitido percibir las coincidencias y las diferencias entre las versiones de las Sibil·les de Mallorca, Barcelona, València y L’Alguer. La principal, que en estos dos últimos lugares son un niño y un hombre, respectivamente, quienes cantan esta pieza, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. 

Un total de 1.494 personas han asisitido a este concierto, en el que las sibil·les y sibillers se han ido alternando en los dos púlpitos para cantar. Esther Barceló, miembro de la Capella de la Seu, ha vuelto a entonar en la Catedral de Mallorca este canto del siglo XV. Antes que ella, lo han hecho Mariona Llobera, en representación de la Catedral de Barcelona, el niño Noel López, de València, quien canta esta pieza medieval por segundo año y cuya vestimenta es una de las más espectaculares, y Gabriele Catalano, el intérprete de L’Alguer. 

Una entrada solemne

Este ha sido un acontecimiento cultural para el que se había preparado una puesta en escena que buscaba impactar y que ha sido obra de Rafel Lladó. Tras la bienvenida de Teodor Suau, la lectura del profeta Joel, a cargo de Pere Oliver, prefecto de Liturgia y Música de la Seu de Mallorca, y el anuncio de la trompeta de Sió, han hecho entrada en el templo las cuatro sibilas, en solemne procesión, mientras sonaba la Toccatina de Bernat Julià.

A partir de ese momento, los asistentes han podido conocer cada una de esas cuatro versiones de la Sibil·la. Los cantantes han estado acompañados por los Ministrils Ensemble Pau Villalonga: Pere Caselles, Josep Tatay , Antoni Llofriu, Roberto Morcillo y Francesc Crespí. Y también por las voces de la Capella de la Seu, dirigidas por Joan Company, quienes habían aprendido los interludios de las otras catedrales. Fundamental ha sido también el organista Bartomeu Mut

La Sibil·la de Barcelona, recuperada en 2009, ha estado presentada por el deán presidente de su Catedral, Santi Bueno, y los interludios de Alonso, de la Col·legiata de Gandia, del siglo XVI.

La Sibil·la valenciana ha sido presentada por Luis Garrido, director de la Capella de la Catedral de València, donde se recuperó en 2012 por iniciativa del grupo de música antigua Capella de Ministrers y su director, Carles Magraner. Sus interludios son de Bartomeu Càrceres, también del s. XVI.

En L’Alguer, el canto de la sibil·la siempre se ha mantenido y es conocido como Lo senyal del Judici. Ha sido presentado por el especialista Giuseppe Calaresu, y ha contado con interludios de Stefano Garau. 

Por último, la composición de Mallorca, con los interludios de Antoni Riera Estarellas, ha sido introducida por Francesc Crespí, aunque el músico ha dado por descontado que todos los allí congregados conocen de sobra esta composición. «Somos las personas que estamos aquí las que hacemos que la Sibil·la se cante», ha remarcado el músico. 

Para finalizar el concierto, la Capella de la Seu ha interpretado In dulci jubilo, mientras las cuatro Sibil·las se colocaban alineadas frente al público, del que han recibido aplausos. Ha sido el momento en que Teodor Suau ha reclamado la presencia en primera fila de Joan Company, artífice de este concierto. Pere Oliver ha despedido este acto agradeciendo la implicación de los participantes y de los asistentes.