El mallorquín Javier Chacártegui es guionista de la serie de moda en Netflix, ‘El caso Asunta’

El cineasta firma la historia basada en hechos reales protagonizada por Candela Peña, Tristán Ulloa, Javier Gutiérrez y María León

«El qué y el cómo están perfectamente documentados. Nosotros queríamos incidir en el porqué»

Así ocurrió el asesinato por el que fueron condenados los padres de Asunta, la historia real de 'El caso Asunta', la nueva serie de Netflix

Los guionistas David Orea, Javier Chacártegui Horrach, Gema R. Neira, Ramón Campos y Jon de la Cuesta durante el preestreno

Los guionistas David Orea, Javier Chacártegui Horrach, Gema R. Neira, Ramón Campos y Jon de la Cuesta durante el preestreno / Bambú Producciones

Raquel Galán

Raquel Galán

«El qué y el cómo de la muerte de Asunta están perfectamente documentados, pero nosotros queríamos incidir en el porqué. Por qué unos padres normales, aparentemente, deciden hacer lo que hicieron. Ese ha sido el motor de los guiones. Cuando teníamos una duda, siempre recurríamos a esta pregunta: ¿Por qué?» Lo cuenta uno de los guionistas de la serie de Netflix El caso Asunta, el mallorquín Javier Chacártegui Horrach, quien ha participado con sus compañeros de Bambú Producciones en la creación del último éxito de la plataforma de streaming.

La historia basada en hechos reales se está llevando grandes elogios, no solo por las interpretaciones de Candela Peña y Tristán Ulloa en el papel de los progenitores de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, sino también por el tratamiento de un crimen que conmocionó el país en septiembre de 2013.

«Lo más importante ha sido el respeto al delicado material con el que trabajábamos y no hacer juicios de valor como guionistas, sino limitarnos a contar el caso de la mejor manera posible, con una absoluta consideración hacia las personas involucradas, tanto de una parte como de la otra: El juez instructor y los guardia civiles (a los que dan vida Javier Gutiérrez, María León y Carlos Blanco), y también, por supuesto, Rosario, Alfonso y Asunta», según destaca el cineasta isleño. Añade que, al tratarse de un caso real, «tienes claro como guionista que no todo vale. No dependes de lo que se te pueda ocurrir, como en la ficción, sino que escribes en función de los hechos y pones tu talento al servicio de la historia con el fin de narrarla cinematográficamente lo mejor que puedas».

Los guionistas David Orea, Javier Chacártegui Horrach, Gema R. Neira, Ramón Campos y Jon de la Cuesta durante el preestreno. |

Una escena de la serie, donde Candela Peña y Tristán Ulloa interpretan a los padres de Asunta / Bambú Producciones

Además del «respeto», Javier Chacártegui indica que «otro reto ha sido partir de un absoluto rigor a los hechos». Sin embargo, «hay muchas partes de la historia que nunca se van a saber», por lo que la creación deja puertas abiertas «para invitar a los espectadores a hacer el ejercicio de pensar qué pudo haber motivado a los padres a actuar de esa manera, el porqué, pese a que el sumario recoja una teoría de los hechos», prosigue el guionista.

La miniserie –de seis capítulos– también da pinceladas que permiten «intuir qué habría sentido Asunta, aunque como está claro que eso es imposible de saber, el cuidado ha sido máximo a la hora de retratarla. Sale solo en las escenas que considerábamos absolutamente necesarias, ya que es muy complicado y delicado ponerse en su piel con todo lo que ha pasado».

Historias paralelas

El caso Asunta deja margen a la ficción y complementa la historia principal con tramas inventadas que «no son de relleno, como se suele hacer en otras series», en palabras del cineasta de Bambú. «Las vertientes ficcionadas han servido para expandir el tema de la maternidad y la paternidad y vienen a redondear la reflexión que queríamos plantear sobre las distintas formas de concebir la responsabilidad de hacerte cargo de un hijo o un padre, como en el caso del juez», ejemplifica. Para dichas tramas han cambiado los nombres de los personajes por unos inventados y en ellas se ven las relaciones del instructor con su progenitor (interpretado por Celso Bugallo) y del guardia civil con su nieta, a la que cuida como si fuese su hija; y la búsqueda de la maternidad que intenta lograr la agente Cruces.

Todas las historias, ficticias y reales, han sido creadas durante diez meses de escritura del guion por parte del responsable de la productora, Ramón Campos, con Gema R. Neira, David Orea, Jon de la Cuesta y Javier Chacártegui, que lleva en Bambú desde 2017 y se incorporó a la serie de Netflix a partir del tercer capítulo. «Ha sido un trabajo totalmente en equipo, en el que todo lo debatíamos, consensuábamos y escribíamos. Nada de hacer un capítulo cada uno, sino que participábamos en todos porque la idea era sacar lo mejor de cada uno y ponerlo al servicio de la historia que quieres contar. Ha sido una forma muy nutritiva de trabajar, un auténtico aprendizaje y placer», tal como resalta sobre proceso.

Respecto al éxito de esta serie y otras basadas en hechos reales, como la anterior española de Netflix, El cuerpo en llamas, cree que se debe a que «el público se siente atraído por sucesos que son más o menos cercanos y muchas veces protagonizados por gente que en principio es totalmente normal y corriente. Ver que un matrimonio de clase alta con una hija y la vida resuelta acaba así es escalofriante, pero engancha a muchas personas, debido a que quieren intentar saber por qué surge esa parte insondable de la naturaleza humana».