La improvisación sube a Escena 101

Este fin de semana se inaugura para los mecenas y la apertura al público será el día 17

Cinco de los ocho intérpretes en uno de los ensayos que están haciendo estos días.

Cinco de los ocho intérpretes en uno de los ensayos que están haciendo estos días. / @ESCENA101

Raquel Galán

Raquel Galán

Escena 101 leída en catalán «suena igual a escena sent una. Y esa es exactamente la filosofía de este proyecto» en el que cinco compañías de improvisación de Mallorca se convierten en una para crear una sala de impro. Tras la reforma del local situado en el número 101 de la calle Arxiduc Lluís Salvador –el primer motivo del nombre–, los ocho intérpretes de la propuesta teatral ofrecerán programación regular todos los viernes y sábados a partir del 17 de noviembre. Este fin de semana –los días 10 y 11– celebrarán la inauguración con los alrededor de 200 mecenas que ayudaron a sufragar con un crowdfunding la puesta en marcha de «la primera experiencia a escala mundial de un teatro autogestionado colectivamente por cinco compañías de improvisación», destacan.

Los artífices son Diego Ingold, Marina March, Kike Oliver, Rachel Bustos, Jose García, Oliver Romero, Carito Delgado y Lalo Garau, pertenecientes a las compañías Monstruas, Impro Camaleónicos, Olvídalo Todo, Mutis Impro y Visitas Impro. Además de funciones semanales, prevén acoger en el futuro actuaciones de compañías invitadas, así como ofrecer clases regulares, talleres y todo tipo de actividades relacionadas con la improvisación. Otro guiño al 101 hace referencia a que el sistema educativo estadounidense pone este número a las asignaturas de iniciación y para los integrantes de la nueva sala palmesana tiene un gran significado, ya que es su manera de ver la impro: «en cada escena, en cada espectáculo, en cada proyecto, siempre se es principiante, siempre se es aprendiz», tal como aseguran.

Herramientas teatrales

Diego Ingold explica que deben tener «muchísimas herramientas teatrales para crear personajes y estructurar un guion sin tener ningún texto escrito. Tenemos que ser directores de escena, compositores, guionistas, actores, de todo», aunque continuamente tienen la sensación de que es la primera vez que suben a escena. «Los intérpretes que se aprenden un texto necesitan muchas horas de ensayos para que, cuando lo reciten ante el público, parezca que nunca lo habían dicho. En la impro entrenamos mucho para que, cuando digamos las cosas por primera vez, parezca que ya lo teníamos aprendido», compara quien formó parte del elenco de Trampa Teatre.

Hace décadas la improvisación era un género incipiente, aunque ahora vive una época dulce con gran diversidad de propuestas, que Ingold atribuye a que «era muy joven y se ha hecho adulta debido en buena parte al tirón de personajes conocidos», tal como concluye antes de seguir con los ensayos de Escena 101.