Entrevista

El escritor Nadal Suau tras ganar el Premio Anagrama de Ensayo: «Con los tatuajes podemos jugar a creer en la eternidad»

«Cuidan la memoria biográfica» y «convierten tu piel en una especie de espacio expositivo en el que eres el comisario artístico», afirma el autor mallorquín, galardonado por 'Curar la piel. Ensayo en torno al tatuaje'

Nadal Suau con su último tatuaje

Nadal Suau con su último tatuaje / Efe

Raquel Galán

Raquel Galán

Su último tatuaje, el 21, es una golondrina en la mano izquierda. «Es la primera vez que me hago uno en un lugar indisimulable. Nunca me tatuaré la cara, creo», afirma el escritor, crítico literario y profesor Josep Maria Nadal Suau (Palma, 1980), ganador del prestigioso Premio Anagrama de Ensayo, que se dio a conocer este martes. «La golondrina es un clásico en el mundo del tatuaje y me apetecía llevar una. Además, es algo alado, por lo que representa la levedad y poder coger un poco de vuelo». Pero no como en su jornada tras anunciarse el galardón de la 51 edición. «Ha sido más parecido a un tornado», bromea. El próximo dibujo tendrá relación con este reconocimiento al libro Curar la piel. Ensayo en torno al tatuaje.

¿Qué curan los tatuajes?

El título del ensayo tiene un doble sentido, ya que hablo de curar en referencia al cuidado, pero también con el significado que se le otorga en el mundo del arte, es decir, comisariar. Quiero reflejar la idea de que al tatuarte estás convirtiendo tu piel en una especie de espacio expositivo en el que eres el comisario artístico.

¿Y qué cuidan?

No es fácil contestar porque hay varias respuestas, aunque la que a mí más me gusta, la mirada que quiero proyectar sobre este tema, es que los tatuajes cuidan la memoria biográfica.

El jurado alaba que utiliza los tatuajes para explicar la vida. ¿Era esa su intención?

Sí. Cuando escribo un ensayo literario, como este o Temporada alta, me gusta partir de un tema concreto que me interesa mucho y buscar la manera de que vaya abriendo puertas para hablar de diferentes aspectos de la vida contemporánea, todo lo que nos rodea y nuestras experiencias. Por supuesto que es un libro que trata sobre los tatuajes y quien quiera eso no creo que se sienta decepcionado, aunque también intento hablar de cosas como nuestra relación con los demás en la sociedad occidental.

También del paso del tiempo y la perdurabilidad.

Hay un momento en el que digo que cuando quiero que algo sea eterno, me lo tatúo. No lo va a ser porque el tatuaje se vendrá conmigo cuando me muera, así que la eternidad no existe. Sin embargo, podemos jugar a creer en ella con los tatuajes, un juego que a veces es muy serio.

Nadal Suau

El escritor mallorquín tras ganar el Premio Anagrama de Ensayo / Efe

Afirma que tatuarse es una fiesta. ¿En qué momentos hay que celebrarla?

Es muy relativo y depende de cada uno. Hay tantos motivos... Para los primeros tatuajes es muy típico pensar mucho el dibujo y su significado, buscando incluso algún color que simbolice algo, como el verde esperanza y este tipo de cosas. Los que acabamos aficionándonos y nos hacemos bastantes, a partir del quinto o sexto ya no damos tantas vueltas a eso. Simplemente piensas: me apetece tener una pieza de este tatuador o qué chulo sería que me hiciesen un dragón.

¿Y no significan nada?

A veces no. En otras ocasiones es para celebrar un éxito o una alegría o para recordar un mal momento o un fallecimiento. La idea de que tatuarse es una fiesta es genérica, como para destacar que estamos vivos y hay cosas que perduran en el tiempo. Veo también una dimensión afectiva y política en un sentido amplio. Me refiero al reconocimiento de cierta sensación de comunidad entre tatuados. Tienes ganas de compartir con ellos lo que sabes y tu experiencia sobre el tema, aunque no ocurre con todos.

¿No se ha desvirtuado este sentimiento viendo que hoy día todo el mundo se tatúa?

El libro también habla de eso. He tratado de abarcar todas las situaciones, sin evitar posibles contradicciones. Yo veo que hay una cierta comunidad, aunque no es menos cierto que muchos usan el tatuaje como exaltación del individualismo o como una forma de subrayar su imagen, casi comparable a una marca o producto. En realidad no existe una única respuesta a las razones por las cuales nos tatuamos cada vez más personas. En el ensayo intento repasarlas todas y luego, evidentemente, también trato de hacer mis apuestas, es decir, mis propias reivindicaciones.

¿Tienen cabida los guiris que se tatúan en Magaluf?

No llega a ser un tema, aunque sí lo son las redes sociales y el modo en que mostramos en ellas nuestra imagen de tatuados. En el libro hablo de que los tatuajes a veces están relacionados con el narcisismo. No esquivo ese tema porque es una realidad.

Suscríbete para seguir leyendo