Día del Libro en Mallorca: Las bibliotecas se vuelcan para atraer a los lectores

Buscan nuevos usuarios con cuentacuentos y talleres, clubes de lectura para adultos y niños, charlas con escritores, préstamos interbibliotecarios, compra de novedades y total dedicación

Visita escolar a la biblioteca Joan Alcover, en Palma

Visita escolar a la biblioteca Joan Alcover, en Palma / B. Ramon

Raquel Galán

Raquel Galán

Miles de libros recién sacados de las bibliotecas de Mallorca se apilan en las mesitas de noche y las estanterías de los hogares este domingo de Sant Jordi. Muchos lectores acudieron ayer con sus hijos a los cuentacuentos, como cada sábado o alguna tarde entre semana, y después escogieron uno o más ejemplares del amplio catálogo de los equipamientos públicos culturales.

Los clubes de lectura para adultos e infantiles, que se celebran periódicamente durante todo el curso, han vuelto a reunirse estos días o lo harán en breve para hablar sobre el último título que han leído y algunos de los inscritos ya han empezado el nuevo libro seleccionado por su biblioteca antes de las vacaciones. Y los usuarios que van por libre han comprobado que los estantes de las novedades han cambiado, cortesía de la festividad del Día del Libro, que hoy llena las plazas y calles de Palma con puestos de venta de las librerías.

La mayoría de las bibliotecas de los barrios y pueblos de la isla celebraron Sant Jordi ayer o a lo largo de la semana, aunque sus profesionales se dedican todo el año con intensidad y entusiasmo a captar lectores.

Los alumnos de tres años llegan en fila india al equipamiento cultural municipal. | B. RAMON

Alumnos de tres años se dirigen a la biblioteca Joan Alcover, en Palma / B. Ramon

Cuentacuentos, talleres y visitas escolares para que los más pequeños conozcan estos lugares y empiecen a amar los libros, clubes de lectura para niños y adultos, tertulias con los escritores, compra de novedades, préstamos intebibliotecarios de la red de Mallorca para disponer de la mayor variedad posible y hasta la plataforma e-biblio destinada a quienes leen digitalmente son las principales actividades y ofertas de los equipamientos públicos.

Punto de encuentro

"Una biblioteca ya no es un lugar muy silencioso donde se prestan libros. Hay una parte que sigue siendo así, pero ahora se plantea más como un punto de encuentro con diversas salas dinámicas en las que se generan todo tipo de iniciativas culturales", explica el bibliotecario de Selva, Guillem Florit. "En la planta baja a veces incluso ponemos música. Se ha convertido en un espacio social donde muchos padres vienen a pasar la tarde jugando o leyendo con sus hijos", detalla.

Los clubes de lectura ofrecidos en todas ellas desde hace décadas "son auténticos centros sociales y clubes gourmet", bromea Juanjo Bonnín, auxiliar de la biblioteca de Sineu. "Por supuesto, es gente a la que le gusta leer –añade– pero después de las charlas hacemos una cena en la que cada uno trae un plato o una bebida y la cita se convierte en algo más que hablar del libro", como hicieron el lunes con El día antes de la felicidad.

La última charla del club de lectura de la biblioteca de Selva. |

La última charla del club de lectura de la biblioteca de Selva. | / raquel galán. palma

Florit corrobora que este tipo de fomento de la lectura "propicia nuevas relaciones que antes no se daban. Además, las bibliotecas de Selva y Búger han integrado sus clubes y así se ha conocido gente de ambos pueblos". El primero también ha creado un club para personas mayores de 70 años con dificultad para leer y que acuden a un taller de memoria del área de Servicios Sociales. "A ellos no les pedimos una novela completa, sino que elegimos relatos o varios capítulos de un libro más largo, ya que lo importante es que sea un incentivo", afirma.

Juanjo Bonnín señala que el centro coordinador de la Xarxa de Biblioteques "proporciona lotes de 30 ejemplares de títulos que cada curso son seleccionados por los bibliotecarios basándonos en una encuesta a los usuarios". No les gusta introducir novedades debido a que el proceso es largo y porque prefieren "sorprender a los lectores, como ha sucedido este año con la novela El baile", destaca.

También intentan "que salgan de la zona de confort de la narrativa actual incluyendo otros géneros: teatro, poesía o novela gráfica, aunque no les acaba de enganchar", confiesa su colega de Selva, quien una vez propuso un drama de Shakespeare y "no les atrajo nada", recuerda. Esporles hace lo mismo "una vez al año y más de uno se queja", pero no fue el caso de la lectura comentada el martes, El último amor de Baba Dunja, que "les encantó", dice la coordinadora, Olga Terrassa, con una decena de usuarios en lista de espera para sumarse al club.

Visita escolar a la biblioteca de Esporles

Visita escolar a la biblioteca de Esporles

Los más prestados

En esta biblioteca, los libros más demandados actualmente por quienes acuden por su cuenta son, en castellano: Reina roja, La hermana tormenta, La cara norte del corazón, La nena, Cuando era divertido y El mentiroso; en catalán: Dins el darrer blau, Paraules que tu entendràs y Crim de sang; juvenil: Ciudades de humo, de Joana Marcús, y la novela gráfica Heartstopper; y una gran variedad de cuentos infantiles.

En Selva los más prestados son las novedades, los premios Planeta, los Premis Sant Jordi, la novela negra y de las escritoras Julia Navarro, Dolores Redondo y María Dueñas. Con el libro El tiempo entre costuras, esta última autora bate el récord del más solicitado en la biblioteca de Palma Josep Maria Llompart, en s’Escorxador, desde 2009, junto a Venganza en Sevilla y Flores en la tormenta. Entre las adquisiciones más recientes, triunfa la trilogía Meses a tu lado, de Marcús.

El bibliotecario Jaume Belda, que compagina su trabajo en el Molinar y Joan Alcover, explica que "los niños y jóvenes no están tan influidos por las novedades (exceptuando a la exitosa autora mallorquina), a diferencia de los adultos". En este caso, "el género que más se presta es, con mucha diferencia, la novela negra, como por ejemplo Camilleri, Donna Leon y Pierre Lemaitre. Últimamente las listas de los autores más demandados están encabezadas por mujeres", especifica antes de enumerar a las citadas Redondo y Navarro, además de Sara Mesa, Marta Sanz y Eva García Sáenz de Urturi, ganadora del Planeta. "Siempre hay cola", se ríe sobre las muchas peticiones de los premios.

Los ayudantes de la biblioteca y alumnos de 5º del CEIP Gabriel Comas i Ribas el curso pasado. |

Los ayudantes de la biblioteca de Esporles y alumnos de 5º del CEIP Gabriel Comas i Ribas el curso pasado / raquel galán. palma

Los pequeños lectores utilizan otros criterios para elegir un libro, sobre todo visuales, por lo que Belda y el resto de colegas también se vuelcan en decorar la zona infantil creando un rincón bibliográfico temático que cada mes va cambiando. "Como ahora es Sant Jordi, en Joan Alcover nos hemos centrado en los dragones y reptiles. En el Molinar tenemos una nueva exposición de novela epistolar infantil y para adultos y hemos hecho un buzón para que los niños escriban cartas a sus personajes preferidos", cuenta el bibliotecario. Ya han enviado una dirigida a los piratas, por lo que "ellos responderán en unos días" al ilusionado remitente.

Igual de entusiasmados están los estudiantes de 5º del colegio público Gabriel Comas i Ribas, en Esporles, cuando les toca el turno de ser ayudantes de la biblioteca, una iniciativa que impulsó Olga Terrassa hace más de una década. Durante dos días, participan por parejas atendiendo del teléfono, haciendo préstamos de libros y, en definitiva, ayudando a que los usuarios hallen lo que buscan y disfruten de una buena lectura.

Suscríbete para seguir leyendo