La carretera Andratx-Estellencs, cerrada a raíz del incendio de Andratx, fue reabierta ayer a las 18.00 horas, aunque se limitará la velocidad de circulación a 40 kilómetros por hora, al tiempo que se advierte del peligro de posibles desprendimientos, informó el Consell de Mallorca.

La presidenta de la institución, María Salom, visitó ayer la zona quemada con el presidente balear, José Ramón Bauzà, pedió a los ciudadanos que "conduzcan con mucha prudencia y que no se confíen".

Aunque se abra esta vía, los trabajos de mejora continuarán durante los próximos dos meses. Durante esta semana, unos 40 operarios de la dirección insular de Carreteras han trabajado en la tala y retirada de unos 400 árboles quemados en la zona, en la limpieza de piedras y tierra de la vía y en la reparación de 600 metros de barreras de seguridad que también se quemaron.

Los trabajos continuarán el lunes con la instalación de mallas metálicas en la falda de los taludes para retener los posibles desprendimientos antes de llegar a la carretera.

Estas actuaciones están en la misma línea que las recomendaciones del informe solicitado al Instituto Geológico y Minero de España (IGME), que recomienda medidas de contención en las laderas antes de que se produzcan las primeras lluvias.

La dirección insular de Carreteras también comenzará a trabajar en la elaboración, como indica el IGME, de un proyecto de estabilización de las laderas más inestables con elementos de contención y sujeción de la montaña que dé seguridad a largo plazo a la hora de circular.

La reapertura de esta vía está condicionada a la evolución de la caída de piedras, principalmente en tiempo de lluvias.

Si la caída de piedras es de gran intensidad, la carretera se cerrará por el riesgo de deslizamientos de rocas. Para advertir a los usuarios del riesgo de desprendimientos, se han instalado a lo largo de los 15 kilómetros numerosas señales.