El ayuntamiento de Ses Salines ha puesto en marcha un dispositivo especial de seguridad para el día grande de las fiestas de la Colònia de Sant Jordi, el próximo sábado, cuando se espera, como cada año, una afluencia masiva.

Uno de los aspectos previos en que más ha hecho hincapié el Consistorio ha sido el de evitar el ´botellón´. En este sentido, las autoriades municipales recuerdan que existe una ordenanza que permite castigar con 300 euros a los que hagan ´botellón´.

Controles de alcoholemia

Además, habrá controles de alcoholemia y antidrogas en las entradas a la Colònia, un despliegue que irá acompañado por la presencia de policías que patrullarán por todo el casco urbano. "Hay que potenciar al máximo las fiestas, pero siempre desde el civismo y desde el respeto", argumentó ayer el alcalde de ses Salines, Tomeu Lladonet.

"Se ha organizado un dispositivo para prevenir y evitar determinadas prácticas y actitudes que pueden perjudicar a los vecinos y a los comercios, así como al buen nombre de nuestro municipio", agregó Lladonet.

El despliegue policial se complementará con la presencia de agentes de una empresa de seguridad privada contratada de manera especial para el día de la fiesta.