El PSIB respira con la decisión de Sánchez mientras sus socios esperaban «algo más»

Armengol celebra que «ganan la democracia, el respeto y la dignidad»

Més cuestiona al PSOE por su posición estos años sobre el ‘lawfare’

Cosme Bonet, secretario de Organización del PSOE.

Cosme Bonet, secretario de Organización del PSOE. / B.Ramon

Guillem Porcel

Guillem Porcel

El PSIB-PSOE contuvo la respiración durante cinco días hasta que el presidente del Gobierno anunció en una comparecencia sin preguntas que continuaba en su cargo, después de cinco días encerrado en la Moncloa para tomar una decisión únicamente junto a su familia. La cúpula de los socialistas de Baleares, al igual que todos los dirigentes del partido, veía pasar las horas sin tener ninguna información acerca de la decisión de su secretario general. El secretario general del PSOE dejaba a oscuras a su partido durante días mientras la militancia, encendida por las primeras espadas del partido, trataban de prepararse para lo peor.

Aunque Sánchez decidió quedarse y la presidenta del Congreso y líder del PSIB-PSOE, Francina Armengol, respiró aliviada tras un fin de semana totalmente a ciegas. La socialista tenía que intervenir en el Comité Federal del sábado, pero el partido decidió dar voz solo a unos pocos para salir a la calle junto a los manifestantes que se congregaban en Ferraz. 

Minutos después de que Sánchez confirmara que se queda, Armengol emitía un escueto mensaje en la red social X: «Hoy gana la democracia. Hoy ganan el respeto y la dignidad. Que la reflexión colectiva contribuya a dignificar la política. Por el bien de las instituciones, para servir a la ciudadanía. No cabe otra política que la útil. Trabajemos por ella».

La reflexión más extensa le tocó al secretario de Organización del PSIB-PSOE, Cosme Bonet, que no pudo ocultar en la rueda de prensa de ayer el nerviosismo e inquietud que ha vivido el partido durante todos estos días. Bonet reivindicó la decisión de Sánchez de continuar como presidente del Gobierno porque supone «una victoria de la democracia» después de estos cinco días en los que los socialistas confiaban en la continuidad de su líder. «Nunca habíamos llegado a este nivel, no podía ser que la política del fango y la política destructiva se impusieran», espetaba Bonet con cierto alivio.

El dirigente socialista defendió que Sánchez es un presidente «comprometido con los valores democráticos que han hecho progresar a España» y aseguró que estos días han servido para armar un PSOE «movilizado y cohesionado, con fuerza, proyecto sólido y una mayoría parlamentaria firme» gracias a que los socios parlamentarios hayan demostrado su «compromiso» con el Gobierno de coalición. Los socialistas buscaban un impulso tras meses a la defensiva por cuestiones como la ley de amnistía o el caso Koldo.

Además, Bonet afirmó que este «periodo de reflexión» servirá para que el país avance después de escuchar «discursos deshumanizantes» hacia Sánchez: «No es normal que un presidente tenga que llegar a esta circunstancia. No puede confundirse la libertad de expresión con la libertad de difamación. No podemos aceptar que en política todo valga para destruir al adversario. Demasiada gente se hace llamar periodista sin serlo, ejercen la libertad de difamación, se trata de desenmascararlos y que no ganen».

Quien se mostró muy crítico con la decisión fue el líder de Més per Mallorca, Lluís Apesteguia, quien cuestionó a Sánchez: «Esperábamos algo más, algún anuncio más allá de su continuidad personal. De lo que se trata es de la democracia, no de las personas que ocupan ciertos cargos». En este sentido, se preguntó qué medidas piensa tomar el presidente para «combatir esta capacidad de la derecha y extrema derecha de utilizar la mentira y el Poder Judicial en su beneficio político» porque los ecosoberanistas «siempre hemos denunciado y sufrido el lawfare» por parte de la derecha y la extrema derecha: «¿Se permitirá que instituciones publicas se mantengan medios de comunicación que lo único que hacen es difundir mentiras y que el Poder Judicial esté secuestrado por personas partidistas y de ideología conservadora? ¿Se seguirá manteniendo la ley mordaza?».

En estos mismos términos se pronunció Cristina Gómez, diputada de Unidas Podemos, que mostró su apoyo a Sánchez pero reclama medidas para que el lawfare no se convierta en «una herramienta de la ultraderecha para dar golpes de Estado blandos». «No basta con que él aguante, porque no se trata de una persona, sino que el sistema necesita una gran transformación», añadió la diputada morada.