El viceprimer ministro chino Wang Qishan concluyó ayer su visita privada a Mallorca con una caña entre las manos. El dirigente chino tenía previsto pasar la mañana pescando cerca de la costa, mientras el resto de la expedición optó por un paseo turístico en barco por la Bahía de Palma.

Como otros dirigentes chinos, Wang eligió Mallorca para hacer escala en su vuelo procedente de la capital de Trinidad y Tobago, donde participó en una reunión con diversos líderes regionales en el transcurso del III Foro de Cooperación Económica y Comercial China-Caribe. Wang Qishan, de la etnia Han y nativo de Tianzhen, localidad de la provincia noroccidental de Shanxi, nació en julio de 1948. Graduado en Historia, ingresó en el Partido Comunista de China en febrero de 1983 y desde entonces ha escalado posiciones hasta situarse como el máximo responsable de la política comercial. Su peso a nivel mundial ha crecido al mismo tiempo que se acentúa la crisis económica. La mayoría de los líderes europeos requieren su presencia para solicitarle respaldo económico.

Su paso por Mallorca forma parte del descanso habitual que se toman los líderes chinos en sus viajes transoceánicos.