Tragedia en la Platja de Palma

Investigan si el Medusa Beach fue sometido a una gran reforma con licencia de obra menor

Los técnicos de Cort y la Policía analizan si los cambios realizados antes de la apertura del negocio en 2021 se ajustaron a la legalidad

Los agentes interrogan a testigos y examinarán las cámaras de seguridad

Varias personas observan las ruinas del Medusa Beach, ayer en la Platja de Palma.

Varias personas observan las ruinas del Medusa Beach, ayer en la Platja de Palma. / DM

Redacción

La investigación sobre el derrumbe del Medusa Beach Club, donde murieron cuatro personas y otras 16 resultaron heridas, se centra en la reforma a la que fue sometido el establecimiento antes de su apertura en mayo de 2021. Los técnicos del Ayuntamiento de Palma y la Policía Nacional sospechan que aquellos trabajos podrían haber afectado a elementos estructurales pese a tener solo licencia de obra menor y no estar avaladas por un estudio técnico imprescindible. Las pesquisas tratan de aclarar en qué consistieron aquellos trabajos y si se ajustaron a la legalidad.

El negocio donde se produjo el derrumbe ocupaba dos edificios diferentes, en los números 34 y 35 de la calle Cartago. En los bajos hubo siempre restaurantes diferenciados hasta que se unificaron en uno solo -el Medusa Beach Club- hace ahora tres años. Para ello, las fincas fueron sometidas a reformas, cuyo alcance está ahora siendo investigado. Los técnicos de Cort, que como adelantó ayer en exclusiva este diario ya detectó irregularidades en 2013, analizan tras el siniestro cuántas obras se han llevado a cabo, en qué consistieron y con qué autorizaciones contaban. También se analizan si la licencia de actividad del Medusa, que según los registros públicos era de restaurante, se ajustaba a los servicios que en realidad se ofrecían.

La zona que colapsó, la cubierta del número 34, era inicialmente un simple techo del bajo donde no podía realizarse ninguna actividad. Pero hace ahora una década esa techumbre empezó a ser utilizada como parte del negocio y acoger comensales. La apertura del Medusa Beach elevó la presión en ese punto. La cubierta fue acristalada, se instaló un gran entoldado y se colocaron decenas de sillas, mesas, maceteros y otros elementos. Además, empezó a promocionarse como un chill out donde contemplar las puestas de sol, aumentando la así la afluencia de personas. Algunos vídeos grabados por clientes meses atrás muestran la terraza atestada de gente.

Todos los indicios apuntan a que esa cubierta fue sobrecargada y que la estructura de marés no tenía capacidad para soportar semejante peso. De ahí que las primeras pesquisas apunten a que la terraza era explotada de forma tan ilegal como peligrosa.

A la espera de que los técnicos de Cort, que el lunes volverán a recabar evidencias en el lugar del siniestro, elaboren su informe, la Policía Nacional sigue llevando a cabo diligencias. Los agentes han pedido las cámaras de seguridad del establecimiento, que captaron el momento del derrumbe. También están tomando declaración a diversos testigos del suceso.

Mientras, otros dos heridos en el derrumbe han recibido el alta en las últimas horas, por lo que solo siguen hospitalizadas tres víctimas en Son Espases y la clínica Juaneda. Según los datos facilitados ayer a mediodía por el IB-Salut, son un hombre de 30 años que presenta un traumatismo craneoencefálico, una joven de 26 años con un trauma torácico y un hombre cuya evolución es favorable.

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