Derrumbe en la Playa de Palma: «Todos los edificios están viejos, no creo que volvamos»

Los escombros del Medusa Beach Club alteran la tranquila rutina de los miles de turistas que ya abarrotan este enclave: «En Alemania no habría sucedido»

Baner Heinrich, en el centro, contempla ayer con otros dos turistas alemanes el  local siniestrado .

Baner Heinrich, en el centro, contempla ayer con otros dos turistas alemanes el local siniestrado . / DM

Redacción

El número 34 de la calle Cartago fue ayer parada de los miles de turistas que ya abarrotan la Playa de Palma. Expresiones de respeto y consternación contemplaban el Medusa Beach Club, parcialmente derruido, después de que el jueves una cubierta se viniera abajo causando cuatro fallecidos y decenas de heridos.

La mayoría de los turistas que se detenían no necesitaban explicaciones. Sus miradas iban de los escombros del edificio siniestrado a los ramos de flores depositados en recuerdo de las víctimas.

Es una parte de s’Arenal con una presencia dominante de alemanes y holandeses, precisamente la nacionalidad de dos de las fallecidas y de la gran mayoría de los heridos.

«Antes de la tragedia vimos a alguien dando ‘flyers’ del Medusa en locales cercanos. Tendrían que juzgarles porque después todo se vino abajo porque había demasiada gente», cuenta Baner Heinrich, turista alemán. «Nosotros llegamos después de que sucediera y estaba todo lleno de policía y bomberos. En Alemania ha sentado muy mal», subraya.

Heinrich puso en duda la seguridad de los inmuebles de esta parte de la ciudad. «Mira a tu alrededor, todos los edificios están viejos. Si te fijas no hay ninguno que parezca estar en condiciones óptimas. No me extraña que haya sucedido esto. En Alemania sería imposible, todo se inspecciona y no ves este tipo de construcciones tan antiguas», señala este turista alemán.

"No me siento seguro"

¿Van a volver a la Playa de Palma? Heinrich y sus dos acompañantes niegan con la cabeza. «Yo no me siento seguro. No creo que volvamos», destaca.

Otro turista alemán, Holger [prefiere no dar su apellido], también lamenta el estado en el que se encuentran los edificios de primera línea. «En Alemania nos ha conmocionado porque dos de las víctimas eran de allí. Nunca puedes imaginar que vendrás aquí de vacaciones y te puede pasar algo así. Pero está todo muy viejo, deberían hacer algo», subraya.