Un joven entrenador de un equipo de fútbol de niños de Palma ingresó el jueves en prisión por orden judicial acusado de abusos sexuales a dos menores de 12 años que pertenecían al conjunto deportivo que él supervisaba. El monitor, de 22 años, fue detenido el pasado miércoles por la mañana por la Policía Nacional en Palma. El sospechoso se aprovechó de su estatus como entrenador para ganarse la confianza de las dos víctimas, a quienes luego supuestamente sometió a tocamientos íntimos, según fuentes policiales. El arrestado admitió el jueves ante la magistrada haber tenido un único contacto sexual con un adolescente después de que este le hiciera chantaje emocional, según explicó. La juez, tras escuchar su declaración, acordó su ingreso en prisión preventiva.

El caso fue investigado por el Servicio de Atención a la Familia (SAF) del Cuerpo Nacional de Policía después de tener conocimiento de los hechos. Dos niños de 12 y 13 años revelaron que su entrenador de fútbol de un equipo de la barrida palmesana de Son Roca había abusado de ellos. El monitor, que actualmente ya no tiene a su cargo el conjunto deportivo, padece una ligera discapacidad psíquica con problemas de madurez. Precisamente, su abogado defensor, Miquel Àngel Cardell, solicitará al juzgado que su cliente sea examinado por un psiquiatra forense para que determine si padece un trastorno mental. Sin embargo, los investigadores sospechan que el joven era plenamente consciente de sus actos.

Los abusos habrían tenido lugar en el domicilio del sospechoso, en su vehículo y en alguno de los vestuarios de los campos de fútbol donde salían a jugar. Según informaron fuentes policiales, los menores eran chantajeados emocionalmente por el detenido con el fin de que consintieran los tocamientos y las prácticas sexuales.

El entrenador supuestamente fingía sufrir una grave enfermedad e indicaba a sus víctimas que le quedaban pocos días de vida con el objetivo de dar lástima, acercarse aún más a los menores y ganarse su confianza. De esta manera, lograba quedar con ellos tras los partidos o los entrenos e incluso acudían a su casa para jugar a la videoconsola. Es en este marco cuando presuntamente se llevaban a cabo los tocamientos y otros actos sexuales, según los investigadores. Uno de los perjudicados culpó al monitor de haberle intentado penetrar tras ponerle una crema, cosa que negó el joven. Además, el detenido ya fue denunciado años antes, en 2007, por otro menor por acoso. En esa ocasión, al parecer llamaba constantemente por teléfono al adolescente para quedar con él.

El monitor negó haber forzado a los niños y dijo que los hechos fueron consentidos. Según su versión, en una sola ocasión mantuvo un contacto sexual con un menor y creía que tenía más años. El joven señaló que los adolescentes le hacían chantaje emocional y le amenazaban con contarle el episodio de acoso anterior a un coordinador suyo. Por ello, se vio obligado a comprarle a uno de ellos unas botas de fútbol profesional y también una entrada del partido Mallorca-Barça, según su versión.