Historias entre Mallorca y Athletic

Caparrós, de la ilusión a la decepción en el Mallorca y... una película porno

El sevillano firmó cuatro grandes temporadas en el Athletic, pero no cuajó en su segundo año en la isla

Casi mete a los bermellones en Europa y en la siguiente campaña fue destituido al estar en descenso

Serra Ferrer y Joaquín Caparró, el día de su presentación en Son Moix

Serra Ferrer y Joaquín Caparró, el día de su presentación en Son Moix / Tooru Shimada

Manuel Fernández

Manuel Fernández

Joaquín Caparrós aterrizó en Mallorca en octubre de 2011, tras haber salido a la carrera del Neuchatel suizo después de discutir en el vestuario con su presidente, el empresario checheno Bulat Chagaev. El utrerano había dejado ese verano el Athletic, en donde era casi idolatrado, después de cuatro buenas temporadas.

Con Caparrós en el banquillo, el Athletic fue subcampeón de Liga, de Copa, jugó competiciones europeas, hizo debutar a futbolistas como Muniain y dejó una base que explotó al máximo el argentino Marcelo Bielsa. Pero todo ese aura que se ganó en Bilbao se fue apagando en la isla.

Avalado por esa etapa y las anteriores en el Sevilla y el Deportivo, firmó por el Mallorca como una oportunidad de mercado tras desvincularse del Neuchatel. Los bermellones habían despedido a Laudrup, que había salvado al equipo la temporada 10-11 en la última jornada (gracias a un gol de Aduriz en La Coruña). En la jornada 7 se sentó Miquel Ángel Nadal en el banquillo y en la 8 ya se estrenó Caparrós.

El Mallorca hizo una buena campaña, teniendo incluso opciones a clasificarse para Europa y Caparrós había dado confianza a la cantera, dando minutos a Álvaro Giménez y haciendo debutar también a Pablo Marí o Abdón Prats.

La temporada 2012-13 arrancó mejor de lo esperado. A pesar de las bajas de sus centrales (Chico volvió al Genoa y Ramis fue traspasado al Wigan), el Mallorca era tercero en la tabla tras cinco jornadas. Pero a partir de ese momento comenzaron las derrotas y el equipo fue hundiéndose en la clasificación hasta caer en la jornada 19 en puestos de descenso. Para la historia, y la anécdota, queda la noche en la que, para motivar a los jugadores en el partido contra el Athletic, les puso una película porno en la charla previa el encuentro.

«Hay que apretar»

La continuidad de Caparrós comenzaba a estar en duda, y especialmente su discurso, resumido en una frase: «Hay que apretar». Su idea no encajaba ya ni en la afición ni en el club, que buscaba algo más para salvarse. Cuatro derrotas consecutivas recibiendo tres goles por partido hicieron insostenible la situación, siendo la puntilla una derrota por 3-0 en Anoeta ante la Real Sociedad. El 4 de febrero de 2013 fue destituido y le sustituyó Gregorio Manzano, que volvía a Son Moix por tercera vez, pero el Mallorca no pudo evitar el descenso.

Levante, Granada (despedido en la jornada 18), Osasuna (5 partidos, tras sustituir a Enrique Martín) y dos campañas en el Sevilla precedieron a su etapa en el Al Ahli y como seleccionador de Armenia, aunque entre ambos destinos acudió dos veces al rescate del Sevilla y hasta fue su director deportivo.