Opinión

La opinión de Toni Ruiz sobre el RCD Mallorca-Granada: Lo que de verdad importa

Gio González despeja un balón ante un jugador del Granada

Gio González despeja un balón ante un jugador del Granada / Manu Mielniezuk

Todos sabemos que la afición está ilusionada con la posibilidad de ver a su Mallorca campeón de Copa del Rey en la Cartuja el 6 de abril, pero «Lo que de verdad importa», parodiando al ciclo de conferencias en el que decenas de personas cuentan historias de superación para inspirarnos, es confirmar la permanencia en Primera División. El partido ante el Granada, un rival directo, y ahora a 16 puntos con 27 por disputar, era clave para que el equipo afrontara lo que queda de liga con tranquilidad.

La derrota del Cádiz, el rival que marca la diferencia entre tocar el cielo o estar en el infierno, era un aliciente más para salir a ganar. No lo pareció en la primera mitad, en la que Aguirre volvió a optar por el sistema de cinco atrás, como muestra de que la prioridad era no encajar. Resultado, un tostón de primera mitad para la grada, sin fútbol y con escasas opciones de gol.

Afortunadamente, el técnico mexicano se enmendó a sí mismo en el descanso y se deshizo de ese central que le sobraba. La salida de Morlanes provocó un cambio de esquema con el fin de lograr el premio de los tres puntos, ante un rival al que el empate tampoco le servía. Las ocasiones, frustradas casi todas por las grandes paradas de Batalla, tuvieron apellido mallorquinista, con especial incidencia en los remates de Raíllo, en pelotas puestas por Dani Rodríguez o Darder, que tuvieron su merecido premio con un gol que vale su peso en oro y que, si bien no asegura la permanencia, sí la deja mucho más a la vista. Y eso es lo que de verdad importa.

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