Futbol. Primera División

Raíllo acerca a la permanencia al Mallorca

Un gol del central a cinco minutos para el final rompe la resistencia del Granada, que se encomendó su portero Batalla

Los de Javier Aguirre, a ocho del descenso a falta de 27 puntos por disputarse

Raíllo celebra el gol que ha dado la victoria al Mallorca frente al Granada

Raíllo celebra el gol que ha dado la victoria al Mallorca frente al Granada / MANU MIELNIEZUK

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Se tenía que ganar y se logró. Costó mucho más de lo deseado, pero finalmente el RCD Mallorca derrotó al Granada (1-0) gracias a un gol de Antonio Raíllo de cabeza a pase de Darder tras un saque de esquina en el minuto 84. Los bermellones, que desperdiciaron la primera mitad, se encontraron con Batalla en la segunda, aunque finalmente rompieron el muro para irse al parón con ocho puntos de ventaja sobre el descenso.

No fue un partido brillante por parte de los de Javier Aguirre, pero lograron el objetivo. La derrota del Cádiz el viernes era un estímulo más que suficiente para salir a ganar y atar media salvación. Y es que la primera parte del Mallorca-Granada fue difícil de digerir. Los primeros minutos de salir a morder de los bermellones se desvanecieron más pronto que tarde y dieron paso a un primer acto en el que no pasó nada. Un disparo de Muriqi que repelió Batalla tras tocar en un defensor y un remate desviado de Dani fue toda la producción ofensiva de unos bermellones que tiraron los primeros 45 minutos del partido ante un conjunto nazarí que demostró porque es penúltimo.

El Granada, que se aferra a un milagro que ya casi no existe, se presentó en Son Moix buscando no perder. El triunfo para los de Javier Aguirre era primordial para tener una permanencia más cerca que nunca y unas semanas tranquilas de cara a la final de la Copa. El once que presentó el mexicano, sin Morlanes ni Darder, dejaba claro que tener la pelota no iba a ser prioridad.

Y precisamente eso fue lo que echó más en falta. Con el partido controlado, el recurso del pelotazo a Larin, que sigue sin ser poderoso en los duelos, se agotó rápidamente y llegó a aburrir al público, que reclamaba algo más. No había nadie que reclamara la pelota buscando asociarse para hacer daño al Granada, que todo el rato dio la sensación de ser un flan en defensa.

No fue hasta el minuto 25 cuando los aficionados de Son Moix despertaron del letargo. Una falta de entendimiento entre los centrales nazarís dejaba el balon muerto a Muriqi. Su disparo pegó en un defensa, haciendo una parábola extraña y obligando a lucirse a Batalla con una gran mano. Pero hasta ahí. En defensa, más allá de alguna pérdida evitable, el equipo no sufría, pero al cruzar el centro del campo se cortocircuitaba. Con Morlanes calentando quince minutos antes del descanso, Aguirre dejó claro que no le gustó un pelo lo que estaba viendo.

Cambio de sistema tras el descanso

A la vuelta de vestuarios, Copete dejó su sitio al centrocampista maño, pasando el Mallorca a defensa de cuatro y poblando aún más el centro del campo. Y la historia fue otra desde el principio. Un fallo de Larin al pasar en vez de chutar, un gol anulado a a Raíllo por fuera de juego y un tiro alto de Muriqi metían el miedo en el cuerpo al Granada. Eran los mejores minutos del Mallorca, al menos en cuanto a sensación de peligro, pero el gol no llegaba.

Y fue el turno del Granada con remate picado de Uzuni que obligó a lucirse a Rajkovic. No ganar era terrible, perder terrorífico. Abdón entraba al campo en medio de una gran ovación por un desafortunado Larin. Y llegaron los momentos de acoso y derribo del Mallorca ante un Granada que se encomendó a su portero para no irse golead. El de Artà, tras una falta en el área, tuvo el primero, pero su disparo se marchó desviado. Pero una de las más claras fue la de Muriqi. Un disparo de Radonjic lo dejó muerto Batalla al borde del área, y el arquero argentino despejó a córner el rechace de Muriqi.

Batalla le impidió el gol a Raíllo en un saque de esquina, pero no pudo hacer lo mismo en el siguiente. El cordobés, a pase de Darder, hizo justicia marcando gol en el minuto 84 y enloqueciendo a Son Moix. Por delante, cinco más descuento en el que aguantar el resultado. No hubo reacción nazarí y el Mallorca sumó tres puntos de incalculable valor. La mejor receta de la felicidad para irse al parón por selecciones tranquilos y con un ojo puesto en la Copa del Rey.