Fútbol

La odisea del Mallorca para volver a la isla tras su victoria en Galicia por culpa de la borrasca Ciarán

La expedición bermellona se ha visto obligada a desplazarse desde Santiago a Ourense en autocar, para trasladarse después en tren hasta Madrid y, desde ahí, volar a la isla

El jueves por la noche, tras eliminar al Boiro en la Copa del Rey, se tuvo que quedar en tierra porque no autorizaron la salida de su vuelo chárter por los fuertes vientos

Los jugadores del Mallorca celebran uno de los goles al Boiro.

Los jugadores del Mallorca celebran uno de los goles al Boiro. / RCD Mallorca

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

El regreso del Real Mallorca a la isla desde Galicia ha durado mucho más de lo previsto. Toda una odisea impensable nada más terminar el encuentro de la primera ronda de la Copa del Rey que había acabado con final feliz al golear al Boiro y que se jugó bajo una fuerte lluvia (0-4). Sin embargo, los problemas llegaron cuando, por culpa de la ciclogénesis explosiva Ciarán, que en el miércoles azotó principalmente la zona noroeste del país,  impidió que su avión pudiera despegar desde el aeropuerto de Santiago.

Eso le obligó a cambar los planes y pernoctar en tierras gallegas, aunque la idea era viajar por la mañana y trabajar en la ciudad deportiva Antonio Asensio con vistas al duelo de este sábado (16:15 horas/Movistar LaLiga) en el Benito Villamarín de Sevilla frente al Real Betis. Pero tampoco hubo suerte. La borrasca Ciarán ha mantenido este jueves en alerta a toda Galicia, principalmente a las provincias de Pontevedra y A Coruña, y ha obligado a suspender diversos transportes debido a las ráfagas de viento. De hecho, aviones con destino a Galicia han sido desviados por la virulencia de la borrasca.

De ahí que la expedición del Real Mallorca se haya visto obligada a improvisar. Y esto supone haber recorrido 105 kilómetros en autocar hasta la estación ferroviaria de Ourense, donde se han subido a un tren con destino Madrid. Ahí han cubierto los 500 kilómetros que les separaban desde la capital de España y, sobre las 18 horas, han llegado al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para emprender un vuelo que le ha dejado en la isla a las 20 horas.

Todo esto ha impedido que Javier Aguirre pudiera dirigir el entrenamiento previsto y que, para la previa frente al Betis, el Mallorca solo trabaje este viernes en Son Bibiloni antes de volverse a subir a un avión y trasladarse a Sevilla para el choque del sábado. Está claro que no es el plan ideal, pero no les ha quedado otra.