El RCD Mallorca cumple en el trámite de Boiro

Como era de esperar, el RCD Mallorca cumplió con lo que se esperaba y avanzó de ronda en la Copa del Rey tras deshacerse del modesto Boiro (0-4), que lo intentó pero al que no le alcanzó. Abdón, con un triplete, y Larin, con su primer gol como bermellón, sentenciaron el encuentro para los de Javier Aguirre. Una dosis de moral antes de volver a la Liga este sábado ante el Betis.

El Municipal de Barraña, con lleno absoluto en las gradas, esperaba con ansias el encuentro. La borrasca Cierán ya había hecho de las suyas con el césped, convirtiendo algunas zonas en un verdadero patatal.

El partido en sí tuvo poca historia. El Mallorca fue dominador absoluto de la posesión en todo momento, aunque le costó encontrar el modo de superar el entramado defensivo ideado por Anxo Casalderrey. Quintanilla, del filial, fue la gran novedad en el once y el primero en probar fortuna con un disparo que se marchó desviado.

Llabrés, con ganas de demostrar

Javi Llabrés, uno de los más destacados, provocó el primer gol. Un gran centro suyo sirvió para que Larin se la acomodara a Abdón, que con un control se deshizo del portero e hizo el primero del encuentro en el minuto 24. Siete después, Lato fue derribado de forma clara en el área. Larin parecía ser que el iba a lanzarlo, pero finalmente fue el de Artà, que consiguió el segundo gol.

Con el 0-2, los bermellones se relajaron y en los últimos minutos los locales, con poco que perder, se lanzaron arriba, teniendo un par de acciones a balón parado de manera consecutiva que levantaron el ánimo a sus aficionados.

Larin ya marca

La segunda mitad arrancó con el mazazo definitivo para el Boiro. Larin puso fin a su maldición con el gol y aprovechó un gran centro de Maffeo para con la cabeza marcar el tercero. El canadiense no pudo ocultar su alegría al volver a marcar en partido oficial.

El agua empezó a caer con fuerza en Barraña, lo que unido al viento hizo difícil jugar a fútbol. Luna, David López y Gio entraron al campo por Maffeo, Lato y Larin. En los locales también hubo un carrusel de cambios para que el máximo de futbolistas pudiesen disfrutar del partido.

El encuentro tuvo poca historia más, más allá de un penalti muy claro sobre Luna que se encargó de transformar Abdón, logrando su triplete particular. El Mallorca, con poco que ganar y mucho que perder, cumplió y estará en la siguiente ronda de la Copa.