Fútbol

El Mallorca suma un punto agridulce y con polémica en Vallecas

Un discutido penalti por manos de Gio en el minuto 96 impide sumar la victoria a los de Aguirre ante el Rayo

Esta fue la acción en la que se acabó señalando penalti señalado a Gio

Esta fue la acción en la que se acabó señalando penalti señalado a Gio / Rodrigo Jimenez

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Sobró el último minuto, de pesadilla para el Mallorca. La postrera jugada del partido. Las manos de Gio González en un salto con Raúl De Tomás, que posiblemente empujó al uruguayo, fue señalada por el VAR con un penalti que transformó Falcao en su segundo lanzamiento después que el primero lo parara Rajkovic, adelantado sobre la línea de meta, por lo que la pena máxima tuvo que repetirse. El Mallorca se ha tenido que ir de Vallecas con un empate agridulce, que sabe más a derrota que a un punto que debe servir para relanzar al equipo de una vez por todas.

El empate ante el Barcelona ha sido pura vida para los jugadores de Aguirre, que vuelven a ser los que eran, pese a que al final el resultado no ha sido todo lo favorable que se hubiera deseado. Muriqi, al filo del descanso, y Antonio, al cuarto de hora de la segunda parte tras un gran centro de Darder, dieron la vuelta al gol inicial de Álvaro García a los tres minutos (1-2). Solo lo ocurrido en el minuto 96 ha impedido una victoria que nadie hubiera podido decir que hubiese sido injusta.

El partido no ha podido empezar peor porque a los tres minutos el Rayo se ha adelantado por medio de Álvaro García. El gol no ha sido casual, sino que ha llegado por una concatenación de errores. El primero, de Sergi Darder, que da un pase de espaldas vaya usted a saber a quién. El balón va a parar a Camello, que se deshace de un Nastasic que entra sin contundencia y se la pasa a Álvaro García para batir a placer a Rajkovic. El gol también tendría que agradecerlo el Rayo a Jaume Costa, que deshace el fuera de juego en que hubiera incurrido el goleador. No se pueden cometer tantos fallos en una misma jugada. Nada hubiera ocurrido sin el pase a ninguna parte de Darder, que en la segunda parte enmendaría su error.

Rajkovic protesta al árbitro tras señalar penalti

Rajkovic protesta al árbitro tras hacer repetir el penalti que detuvo a Falcao / Efe

Lo cierto es que, sin darse cuenta, el Mallorca ya estaba por debajo en el marcador. Los minutos transcurrían sin que nada pasara, una buena noticia para los locales, que se sentían a placer ante la nula respuesta de su rival. El Mallorca, por primera vez con cuatro defensas esta temporada en lugar de los cinco habituales, no presionaba. En el campo ya no estaba Jaume Costa, que abandonó el campo lesionado a los doce minutos.

Gio toca el balón con el brazo, pero previamente se produce un claro empujón de Raúl de Tomás en el salto que el árbitro y el VAR pasaron por alto

Tuvo que pasar media hora para ver en acción a Dmitrievski, guardameta local. Fue, cómo no, a un cabezazo de Muriqi, excesivamente centrado. Tres minutos después, de nuevo el kosovar obligó a intervenir al guardameta macedonio. La ha tenido el Rayo para el 2-0 con un disparo a la cruceta de Unai López. Pero lo que ha llegado ha sido el empate. A balón parado, en un saque de falta de Dani que ha cabeceado Abdón. El balón ha caído a los pies de Muriqi, que ha logrado el gol del empate, previa confirmación del VAR. Es el cuarto gol del ‘pirata’ en ocho partidos, y sería el máximo artillero del campeonato si no hubiera fallado dos penaltis.

El partido estaba para intentar ganarlo porque el Rayo no estaba para excesivas florituras. Y a eso se dedicó el Mallorca tras el descanso, a intentar desequilibrar el marcador. Se puso por delante a lo grande. En el minuto 58 Darder filtró un pase a lo Laudrup a Antonio Sánchez que el mallorquín no desaprovechó para batir por bajo al guardameta rayista. Antonio celebró el gol de manera tan efusiva que en el salto se lesionó el hombro derecho y tuvo que pedir el cambio. Para acciones como esta ha sido fichado Darder, un jugador diferencial con el balón en los pies.

Con el paso de los minutos, el Rayo presionaba en busca del empate. Francisco dio entrada a Raúl de Tomás, después a Falcao y quitó a un central, Aridane, por De Frutos. Pero el Mallorca se ha defendido con orden hasta que he llegado la jugada fatídica cuando se disputaban los últimos segundos de un partido que parecía ganado. Las lágrimas de Gio, autor de la acción que ha costado la victoria, y de Samu, son el mejor ejemplo de la decepción y rabia que supuso la pérdida de una victoria que ya se tocaba con las manos. En cualquier caso, el Mallorca ha dado otro paso adelante en la búsqueda de sus señas de identidad.