Primera División

Abdón Prats: 4 ratos y 4 goles

El delantero del Mallorca iguala un récord anotador que no lograba nadie en el conjunto bermellón desde Tomer Hemed en la 2011/12 con sus cuatro dianas en Liga

Abdón Prats celebra su gol ante el Barcelona.

Abdón Prats celebra su gol ante el Barcelona. / ALBERT GEA

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

«Es una relación de amor. Es algo muy especial que no puedo explicar». Abdón hablaba así de su conexión con el Real Mallorca tras el empate ante el Barcelona (2-2). El '9' bermellón es un insondable del fútbol. Nunca nadie cuenta con él, pero siempre está. Cuando el equipo le necesita, él aparece sin rechistar. Es el futbolista al que el entrenador mira el último a la hora de escoger sus cambios, pero cuando empieza a calentar en la banda levanta de sus asientos a los mallorquinistas, que ven en él a un ídolo y casi un mito, a alguien de la casa que siente los colores y que tenga cinco o treinta minutos lo va a dar todo por la camiseta. 

Antes todo esto ocurría por su importancia desde la temporada de Segunda B. Por su gol en la final contra el Deportivo de la Coruña o su decisivo tanto ante el Rayo Vallecano. Ahora Abdón ya no vive de recuerdos y sí de hechos. 

Es el pichichi del Mallorca en Liga con cuatro goles en solo cuatro partidos. Cuatro tantos en solo cinco remates a puerta, una efectividad espectacular, muy por encima de Muriqi ( tres goles en 14 remates) y Larin (cero en 12 remates). Cuatro dianas en 137 minutos disputados, celebrando un gol cada treinta y cuatro minutos. Y de paso, se convirtió en el primer jugador del Mallorca en anotar cuatro goles en los primeros siete partidos de Liga desde que lo hiciera Tomer Hemed en el curso 2011/12. 

Abdón representa al Mallorca. Dos goles ante el Girona en un partido perdido fueron suficiente para darle la oportunidad de lucirse ante un grande de la Liga como el Barcelona. Por encima de millones que no rinden, el Mallorca necesita rendimiento inmediato. El de Artà fue la gran novedad en el once junto a Antonio Sánchez, prácticamente descartado y despojado del ‘10’. Y ambos se encargaron de llevar a las nubes al equipo, sobre todo en la primera mitad. 

Abdón, que se entiende a las mil maravillas con Muriqi, le ayudó en la tarea de incomodar a la defensa del Barcelona, que hizo aguas a la hora de medirse en el cuerpo a cuerpo ante ambos. Sin descanso en la presión, aliviando a un Muriqi que debía estar fresco donde tocaba, en el área y en los saltos, ayudó al equipo a contener las tímidas embestidas de los de Xavi Hernández.  

Solo tuvo una ocasión y no necesitó más, porque está tocado con una varita que pone siempre en aprieto al entrenador de turno, en este caso Javier Aguirre.

Y lo hizo con un gol tan básico que se puede ver desde prebenjamín hasta Primera División. Envío largo de Rajkovic, prolongación de cabeza de Muriqi y Abdón, más listo que Araújo, se adelantó para con la izquierda hacer inútil la lenta salida de Ter Stegen. Sus besos al escudo mientras corría a celebrarlo no son falsos. El delantero artanenc siente los colores y sabe que cada gol en Primera, en la que ya es su mejor temporada en la categoría, vale su peso en oro.