Opinión

Almería-Mallorca: La imagen importa, y ayer fue pésima

Valjent corta el avance de Lázaro, autor de los tres goles del Almería.

Valjent corta el avance de Lázaro, autor de los tres goles del Almería. / Efe

Ricard Cabot

Ricard Cabot

Lo ocurrido ayer en el estadio del Almería es más viejo que el propio fútbol. Un equipo que se juega la vida contra otro que ya piensa más en las vacaciones que en meter el pie. Y ocurrió lo que tenía que ocurrir, goleada del que tenía algo en juego. Hay diferentes formas de perder, y la elegida por el Mallorca fue muy triste. Desde el pitido inicial se vio quién quería ganar y a quien le importaba un pimiento el partido. Todas las alabanzas para el Mallorca cuando lo hace bien, y afortunadamente esta temporada han sido muchas, y ser claros y críticos cuando lo hace mal.

Ruboriza escuchar al entrenador decir que no ha sabido motivar a los jugadores

Lo de ayer no puede volver a repetirse, por mucho que el equipo esté salvado. Y la culpa no solo es de Aguirre; también de los jugadores, que son los protagonistas de este invento tanto para lo bueno como para lo malo. Ruboriza escuchar al entrenador decir que no ha «sabido motivar a los jugadores». ¿Motivar a futbolistas de Primera que cobran sueldos inalcanzables para la mayoría de los mortales? Venga ya. Se puede entender cierto relajamiento tras haberse alcanzado el objetivo, pero la imagen del equipo y, en definitiva, de la institución importa, y ayer fue pésima. Tienen los jugadores tres partidos para lavarla, el primero el jueves ante el Valencia, un duelo atractivo para sumar otra victoria en una temporada de notable.

Suscríbete para seguir leyendo