Un gran tanto de Gudelj dejó sin argumentos a un Mallorca que sumó una dolorosa derrota en Son Moix ante un Sevilla que se llevó más premio del que merecía (0-1). Pero el fútbol son goles y el serbio marcó las diferencias en un encuentro en el que los bermellones dejaron claro que están cómodos defendiendo y que hacen muchas cosas bien, pero que si están por debajo en el marcador tienen pocos recursos para crear peligro. Y también se evidenció que el banquillo es demasiado corto y que no aporta soluciones cuando el equipo necesita variar su dinámica. Ayer no fue la excepción. Y aun así fueron capaces de generar tres ocasiones claras, pero Bono estuvo soberbio, las cosas como son. Este varapalo obliga a intentar rascar algo de sus salidas al Reale Arena y Mestalla, porque de lo contrario estos nueve puntos pueden empezar a ser pocos con el paso de las jornadas. Hay que evitar acercarse demasiado al fuego porque después será más fácil quemarse.
Lo mejor, y casi lo único destacable de la primera parte, ocurrió en el minuto cinco. Ahí el Mallorca pudo resolver el encuentro, pero Bono decidió lucirse de verdad. En una de las pocas triangulaciones rápidas de los locales, Maffeo sirvió un gran pase al espacio a Antonio Sánchez, que envió el balón al corazón del área para que Abdón rematara con el alma. El problema es que el portero del Sevilla realizó una soberbia parada que frustró las ilusiones del artanenc, que sustituyó al sancionado Muriqi. Sin embargo, el canterano no podía imaginar que segundos después volvería a estar muy cerca del gol. Galarreta, tras un córner, lanzó un fabuloso centro que el ariete remató, pero se volvió a topar con una magistral salida del marroquí. Ver para creer, pero este inicio recordaba al de la anterior jornada en Elche, cuando también perdonó antes de encajar.
La diferencia es que el Sevilla, una sombra de aquel equipo que acongojaba, fue incapaz de crear ni una sola ocasión de peligro en el primer acto. Ni una. Y eso es mérito de los bermellones, que dejaban muy pocos espacios, por supuesto, pero también evidenciaba que el mal inicio de curso de los andaluces no es casualidad.
Lo triste es que a los de Aguirre les ha faltado continuidad tras su fabuloso arranque. Sin velocidad en el juego combinativo y con un Kang In Lee, el que debía dirigir las ofensivas, sin protagonismo. Solo se le vieron algunos chispazos y poco más. De hecho, la banda izquierda estuvo inédita en ataque, con un Cufré timido aunque sus compañeros no le ayudaban. Todos conformaban unas ofensivas demasiado planas cuando debían mirar hacia la meta rival. Y así se llegó al descanso, con la sensación de que los baleares podían tumbar a los andaluces, que estaban lejos de asustar. Pero el fútbol siempre tiene reservadas sorpresas, algunas muy desagradables. Y Gudelj, con un disparo inapelable desde fuera del área, lo dejó claro. Con su obús quitó las telarañas de la meta de Rajkovic, que apenas había intervenido hasta este minuto cincuenta y dos. El centrocampista serbio ni se lo creía. Es su primera diana como sevillista y no anotaba desde mayo de 2019, cuando militaba en el Sporting de Lisboa.
Este gol hizo mucho daño en la autoestima de los rojillos, que acusaron el golpe de lo lindo. Entraron Dani y Ángel por Baba y Abdón, pero el panorama no cambió demasiado. El tanto lo había cambiado todo. El Sevilla se empezó a encontrar muy cómodo porque sabía que el Mallorca sufre a la hora de hacer daño. Ahí es cuando se le ven todas las costuras a un equipo que no lo tiene tan claro a la hora de morder. Lago y Amath entraron, pero es que en el otro lado Sampaoli introdujo a Papu y Acuña, casi nada. Y Gudelj, otra vez, enmudeció Son Moix con un remate de cabeza tras un saque de esquina que se fue fuera por poco. Hubiera sido la puntilla porque estaba absolutamente solo.
El Mallorca no mejoraba, ni mucho menos, y solo llegaba con más corazón que otra cosa. Su fútbol ofensivo no le daba para más. Dos tiritos, uno de Battaglia y otro de Ángel, ni inquietaron. Hasta que en el minuto ochenta y cinco llegó una de esas ocasiones que no se olvidan. Amath se plantó solo ante Bono, la cedió a la derecha para que Ángel rematara, pero Bono, otra vez, supo tapar el remate del tinerfeño. Era para desesperarse porque había sido la tercera clara ocasión para el Mallorca y en todas ellas se había estrellado ante el cancerbero de los hispalenses.
No hubo tiempo para mucho más y los aficionados, a excepción de los trescientos sevillistas que estaban en las gradas, callaron ante tanta frustración. Otra vez sin premio en casa. Empieza a no ser un consuelo competir bien porque para seguir en la Primera División se necesitan puntos.
FICHA TÉCNICA
Real Mallorca: Rajkovic, Maffeo, Raíllo, Valjent, Copete (Battaglia, min. 78), Baba (Dani Rodríguez, min. 56), Galarreta, Antonio Sánchez (Amath, min.65), Kang In Lee (Lago, min. 65) y Abdón (Ángel, min.56).
Sevilla: Bono, Navas, Marcao, Nianzou, Montiel, Telles (Acuña, min.65), Gudelj, Rakitic, Óliver Torres (Suso, min. 83), Isco (Papu Gómez, min.65) y Lamela (En-Nesyri, min.78).
GOLES: 0-1: Gudelj marca con un tiro desde fuera del área (min.52).
ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (C. Gallego).
T. amarillas: Montiel (min.28), Marcao (min.34), Galarreta (min.35), Lamela (min.45).
T. rojas: No mostró.
