Salvo el de permanecer en primera división , no es momento de señalar objetivos. Todo se andará.

Los buenos resultados del Mallorca en este comienzo de la liga han despertado ilusión entre los mallorquinistas sinceros y disgusto entre una minoría más ruidosa que apreciable. Y lo mejor todavía no ha llegado porque, pese a las apariencias que dibujan los once puntos de su casillero, el equipo se está ajustando técnica y físicamente.

La zaga por ejemplo, es completamente nueva y, por firme y segura que se haya mostradouy ruidos, evidentemente mejorará a medida que sus integrantes se conozcan mejor y adquieran confianza mútua y en si mismos.

La desgraciada baja de Javi Márquez en el arte de fabricar ideas concede a un jugador minusvalorado, Joao Víctor, la oportunidad de convencer a su entrenador, que contó muy poco con él la pasada temporada y algo le habrá visto en la presente, como hemos observado todos en los minutos de los que ha gozado hasta la fecha. Son futbolistas de distinto perfil, si; pero el brasileño también es capaz de coger la batuta al tiempo que para y templa.

Las bandas no están definidas en el equipo de Caparrós. En mi opinión son lo más discutible del once titular, aunque como contrapartida es la demarcación que registra mayor competitividad cualitativa y cuantitativamente. Pereira, Nsue, Alfaro, Arizmendi y Giovani Dos Santos, sin olvidar a Pedro Bigas y muchos menos a Giovani, luchan por hacerse acreedores a ese puesto fijo en el equipo de inicio. Alguno de ellos igualmente compite con Víctor Casadesús y Hemed de media punta hacia arriba.

Este breve análisis obliga a concluir que si el más reciente pasado fué brillante y el presente pragmáticamente lúcido, el porvenir puede superar a ambos aunque sólo sea por lógica elemental.