Archivan la causa penal por acoso laboral contra el prior de Lluc

La extrabajadora habría retirado la denuncia al llegar a un acuerdo sobre la indemnización de despido

El diácono Antoni Moreno y el prior Marià Gastalver, el día que declararon en los juzgados de Inca por el caso penal.

El diácono Antoni Moreno y el prior Marià Gastalver, el día que declararon en los juzgados de Inca por el caso penal. / B. Ramon

Joan Frau

Joan Frau

El juzgado de instrucción número 1 de Inca ha archivado el caso de presunto acoso laboral contra el prior de Lluc, Marià Gastalver, y el diácono del santuario, Antoni Moreno, que habían sido denunciados por una extrabajadora del complejo religioso que les había imputado un “trato humillante y denigrante”. Finalmente, fuentes conocedoras del caso han explicado que la juez ha decidido dar carpetazo a la causa después de que la exempleada de Lluc retirase la denuncia penal contra los máximos representantes de Lluc. Antes, otros cinco trabajadores del santuario habían presentado una demanda judicial contra los gestores del complejo por presuntos acoso laboral y fraude en los expedientes de regulación de empleo durante la pandemia sanitaria que también se había archivado al alcanzar un acuerdo.

Al parecer, la extrabajadora y los representantes de Lluc llegaron a un acuerdo a finales de noviembre en los juzgados de Palma respecto a la denuncia por presunto despido improcedente que había presentado la extrabajadora, que habría cobrado una indemnización. El acuerdo habría implicado también la retirada de la denuncia penal contra Gastalver y Moreno. Las fuentes han explicado que los representantes legales de los gestores del santuario habrían presentado pruebas de que la denunciante estaría realizando trabajos incompatibles con la baja laboral que había solicitado como empleada de Lluc.

Esta empleada había declarado ser víctima de una serie de irregularidades como la realización de horas extraordinarias que no fueron cotizadas ni abonadas por la empresa gestora del santuario de la Serra, por lo que presentó una denuncia ante la Inspección de Trabajo el 23 de noviembre de 2021 que posteriormente fue ampliada el 11 de febrero de 2022. Como «represalia» a esta denuncia, según denunciaron fuentes de la defensa de la trabajadora, fue despedida en noviembre de 2022 mediante una carta notificada vía burofax después de una trayectoria de 15 años.

Como consecuencia del «acoso y trato vejatorio, vilipendioso y denigrante», esta empleada se puso de baja médica el 11 de noviembre de 2021 con el diagnóstico de «ansiedad generalizada por acoso laboral».