Vecinos de Selva, indignados por el ruido de un ‘tardeo’ celebrado en la Plaça Major

El alcalde Joan Rotger admite que no habían solicitado autorización formal pero minimiza las molestias: "Hacían una comida y pusieron música"

Una imagen de la Plaça Major de Selva, donde ocurrieron los hechos.

Una imagen de la Plaça Major de Selva, donde ocurrieron los hechos. / Google

Un grupo de vecinos de Selva han expresado este jueves su indignación por las molestias causadas por un ‘tardeo’ celebrado el miércoles en un bar de la Plaça Major que, según aseguran, no contaba con licencia municipal. Una vecina de la zona define la jornada como «terrible» por la música a todo volumen que salía del local y por la actitud de algunos de los presentes, que «se encararon con nosotros» cuando intentaron hacer varias fotografías de la concentración de gente con el objetivo de presentar una denuncia ante el Ayuntamiento.

Esta vecina explica que, a mediodía, se encontró con un policía local en el cementerio y le preguntó si el tardeo «acabaría tarde». «El agente respondió que no tenía constancia de que se pudiera celebrar un tardeo pero que lo consultaría con su superior», añade.

«Cuando llegamos a casa no podíamos soportarlo de ninguna manera, incluso teníamos que ir con cascos por el ruido», apunta esta vecina, que posteriormente volvió a hablar con un policía que le habría dicho que el ‘tardeo’ «tenía permiso del alcalde».

Estos vecinos llamaron a la Guardia Civil porque la Policía Local no hizo acto de aparición. «La Guardia Civil nos dijo que ellos no podían hacer nada, que era competencia de la Policía Local, pero esta no contestaba», lamentan. 

Son varios los vecinos que tienen intención de presentar una denuncia formal ante el Ayuntamiento por esta cuestión.

La versión del alcalde

Por su parte, el alcalde de Selva, Joan Rotger, ha admitido este jueves que la fiesta no tenía autorización formal del Ayuntamiento pero ha minimizado sus efectos. «Era un bar que acababa la temporada y organizó una comida en la que pusieron música», señala. Rotger asegura que se les reclamó que apagasen la música a las 22,30 horas y «cumplieron» con la orden.