Lletra menuda

La verbena del descuento político

Una de las fiestas celebradas en el municipio, desfile de las carrozas y comparsas de Manacor.

Una de las fiestas celebradas en el municipio, desfile de las carrozas y comparsas de Manacor. / S. S.

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Ahora que el encontronazo político entre Més-Esquerra y el PSOE pone a prueba la capacidad de gestión fluida en el, por su propia naturaleza, complejo entramado administrativo municipal de Manacor, es el momento de sacar los trapos sucios al balcón, no sea cosa que uno solo deba cargar con todo el moho de tanto rechazo acumulado.

Dinero gastado en exceso antes de hora y pagos atrasados dejan en precario la partida de fiestas en un municipio que, ahora mismo, es un jolgorio de celebraciones estivales en su amplia diversificación urbana. El déficit se repara con un generoso trasvase de remanente y promesa de mayor fiscalización asociada a premura en los pagos, a lo que aún se añade un lamento por falta de personal en el departamento de fiestas.

Con esta verbena no contábamos. No figuraba en el programa del buen manejo de las cuestas públicas. Se atribuye al anterior concejal de fiestas, el socialista Artur Aguiló, el papel de la actuación estelar en este macrofestival de alegrías derrochadoras. Ocurrió en el periodo de gobierno anterior, cuando PSOE y Més–Esquerra eran amigos en apariencia y guardaban las formas. Ahora, con la amistad política y personal hecha pedazos, el papel de hombre corrector se asigna al nacionalista Mateu Marcé. Una historia de buenos y malos para un pésimo espectáculo político con unos actores que no han sabido interpretar el verdadero papel que les ha asignado el guión de las urnas en base a lo hecho en la legislatura anterior. Sin duda, el mayor grado de responsabilidad pesa sobre el edil encargado de fiestas, pero también cuesta creer que nadie más del conjunto de gobierno supiera nada y que los número no se enderezan antes. La gestión por compartimentos cerrados resulta caduca.

Suscríbete para seguir leyendo