Lletra menuda: La complejidad del equilibrio

Llorenç Riera

Llorenç Riera

En la Mallorca actual, ya con el colapso como principal residente estable, resulta poco menos que imposible dar con el equilibrio y, caso de hallarlo, mantenerlo con garantías. El asunto es especialmente complicado en los lugares emblemáticos o de moda y, sin duda, es Trenc es uno de ellos.

Medio Ambiente presenta el Plan de Ordenación de Recursos Naturales del lugar con el que se pretende dar con una gestión certera dentro de la cual las personas puedan palpar el paraíso y el medio natural domestique los estorbos dañinos. Complejo.

El plan de gestión de es Trenc está cargado de buenas razones, de lógica y sentido común. Las dificultades radicarán en su aplicación práctica y en el logro de los resultados necesarios. La posidonia se consagra casi como objeto de culto. Solo se tocará con bula especial justificada y ni hablar de límites de acceso porque la franja marítimo terrestre es espacio de todos. Solo se estudiará cómo y por dónde llega la gente a es Trenc. Podemos adelantar una respuesta que se fía a tres años vista: llega por todas partes sin tregua y con cualquier medio imaginable. Las dunas seguirán soportando y padeciendo al enemigo en casa. Los «resultados esperanzadores» que observa el conseller Mir en su recuperación se basan en una fragilidad preocupante ante un verano de batallón permanente de bañistas en es Trenc.

El equilibrio es de una complejidad enorme. Por supuesto, no más chiringuitos ni infraestructuras nuevas. El ayuntamiento de Campos se volverá a enfadar. El Govern tiene la norma. No basta. Habrá que hacer un seguimiento constante de su aplicación y estar abiertos a una corrección, todavía más restrictiva y que se presume inevitable porque la presión arrecia.

Suscríbete para seguir leyendo