Petra
Monjas mexicanas llegan a Petra para hacer trabajos pastorales en el Pla y en el Llevant
Se trata de una congregación franciscana, al igual que los frailes que gestionan la parroquia de Sant Pere
Petra contará con una nueva presencia religiosa. Una comunidad de monjas mexicanas se instalará de forma estable, presumiblemente a partir del mes de abril, en la rectoría de la parroquia de Sant Pere, junto al mismo templo. La fecha concreta depende de la concesión de los permisos de residencia civiles. Se trata de las Religiosas Franciscanas de Nuestra Señora del Refugio, una congregación de Derecho Pontificio, fundada en Guadalajara, en la provincia mexicana de Jalisco, el 7 de mayo de 1897 y que hoy, aparte de México, está establecida en Perú, Estados Unidos, Italia e Indonesia.
Las monjas de Nuestra Señora del Refugio conforman un instituto religioso de vida activa que diversifica su campo de actuación en cinco grandes áreas, la promoción de la mujer, la pastoral en misiones y parroquias, la educación en colegios de distinto nivel académico , la presencia en centros de salud y dispensarios y, por último, la gestión de casas para ancianos. En Mallorca, estas religiosas que vivirán en Petra, trabajarán en actividades pastorales en poblaciones próximas del Pla y Llevant. La comunidad inicial estará formada por tres componentes.
La rectoría de Petra ya ha iniciado su proceso de transformación parcial para acoger a sus nuevas moradoras. Se trata de un amplio edificio, con huerto incluido y un espacio cedido como polideportivo, que ocupa toda una manzana. Parte de las instalaciones serán ocupadas como viviendas de las monjas y el resto seguirá destinado, como ahora, a lugar de encuentro y a actividades propias de la parroquia o la catequesis comarcal.
La rectoría permanece deshabitada desde que los frailes de la Orden Franciscana Menor residentes en el Convento de San Bernardino, ahora también mexicanos, se hicieron cargo de toda la actividad religiosa de Petra. Las monjas de Nuestra Señora del Refugio pertenecen a la misma familia franciscana y, de hecho, cabe atribuir a los religiosos el impulso de su venida a Petra.
Primera superiora
Está previsto que el próximo 6 de marzo llegue a la población la primera superiora de la comunidad y dos religiosas de mayor rango de la congregación, en concreto, la madre provincial y una consejera general. Será una primera estancia inicial en la isla para conocer su lugar de residencia y durante la cual se ha previsto la firma de acuerdos y contratos con la diócesis de Mallorca que deberán regular la cesión de instalaciones, la estancia y actividad de las monjas franciscanas en Petra. La población no contaba con presencia religiosa femenina desde que la congregación mallorquina de las Franciscanas Hijas de la Misericordia cerró su convento de la calle Font por falta de vocaciones. El lugar es hoy propiedad municipal y alberga un centro de día y otro de noche, aunque este último inactivo.
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