«Yo no estuve ahí, pero tan pronto como entré en el hospital y la Guardia Civil me apuntó con una pistola, sabía que algo no iba bien», explicó ayer Maximillian White en una villa en Santa Ponsa. Este multimillonario británico que ha hecho una fortuna cultivando y comercializando cannabis medicinal desmiente la versión oficial sobre la muerte de su hermano Tobias White días después de un altercado en la discoteca Boomerang de Punta Ballena, en Magaluf, la madrugada del 26 de julio.

White compartió con este periódico una versión de los hechos que contrasta con la ofrecida por la Guardia Civil y el personal de seguridad de la discoteca. El magnate del cannabis medicinal mostró pruebas gráficas, resultado de una investigación privada, que ha acumulado para intentar esclarecer la muerte y limpiar la imagen de su hermano: «No es el hermano del ‘rey del cannabis’, es Tobias White y quiero que se diga su nombre».

Este emprendedor relató que la noche en la que ocurrieron los hechos toda la familia había acudido a ver el espectáculo de Pirates Adventure, en Santa Ponsa. Su hijo preguntó si podía salir de fiesta por Magaluf, pero White le respondió con una negativa al advertir el «peligro» que supone esa zona. Tobias y él mantuvieron una discusión y, finalmente, acordaron que este y su novia acompañarían al joven a la discoteca. «La última conversación que tuve con mi hermano fue una discusión», lamentó el empresario.

Tobias White, en una imagen cedida por su familia, que ha iniciado una investigación para esclarecer su muerte.

Todo por una camiseta

El británico explicó que entraron en la zona de reservados de la discoteca Boomerang. A las 4 de la mañana, la pareja acompañó al joven a coger un taxi, dejando su camiseta dentro del establecimiento. Al volver al club, el personal de seguridad no le permitió la entrada semidesnudo. Sin embargo, tras una breve discusión, se le dejó ir hasta la zona VIP con la condición de volver a salir con sus cosas. Al llegar, sus pertenencias habían sido retiradas por el gerente del local debido una confusión y, mientras esperaba que le fueran devueltas, se tomó una copa. El gesto fue supuestamente entendido por los responsables de la seguridad como una violación del trato y empezaron a forcejear con él para sacarlo del club.

Según explicó el mayor de los White, personal de seguridad agarró a su hermano por la espalda, le inmovilizaron en el suelo, le esposaron y le golpearon durante 12 minutos. Le quitaron los zapatos y las joyas e intentaron romperle los dedos de los pies. «Mientras le pegaban fregaban la sangre del suelo, ese no era su primer rodeo», subrayó.

Según el informe de la Guardia Civil, el británico manifestó una actitud violenta, dándose cabezazos contra el suelo y tratando de morder a los empleados. Max White desmiente esta versión mostrando una serie de vídeos del momento en los que se ve a su hermano semi-incosciente, siendo sujetado por dos porteros del club tras haber sido reducido dentro de Boomerang. En otro vídeo grabado en la calle se ve cómo le tumban en el suelo y hasta seis agentes de la Guardia Civil le inmovilizan contra el asfalto.

Así fueron los últimos minutos de Tobias White antes de entrar en coma

Así fueron los últimos minutos de Tobias White antes de entrar en coma

Según la versión del magnate del cannabis medicinal, le mantuvieron en esta posición «durante 40 minutos» a pesar de los ruegos de la víctima, que se quejaba de que no podía respirar. Según Maximillian, cuando este intentó moverse para coger aire, la seguridad lo habría interpretado un intento de oponer resistencia y le inyectó un tranquilizante que acabó en parada cardíaca. Los propios agentes le reanimaron durante 25 minutos mientras llegaba una ambulancia. «Mi hermano no estaba luchando contra ellos, estaba luchado por su vida», afirmó.

La policía empezó a desalojar a los turistas que se concentraron alrededor del altercado. «Sabían que eran culpables», sentenció el multimillonario, dispuesto a invertir el dinero necesario para llegar al fondo del asunto.

Leo Barnacid, testigo presencial y amigo de la familia, relató que, al llegar al lugar de los hechos, no le dejaron hablar con White para tranquilizarlo: «Cuando entró en parada cardíaca se pusieron blancos y nos echaron a todos». Por contra, la Guardia Civil mantiene que los agentes se limitaron a tratar de tranquilizar al británico, y que le sujetaron la cabeza únicamente para que dejara de golpearse contra el suelo.

Al llegar la ambulancia, las autoridades informaron a los sanitarios de una sobredosis de droga y un intento de suicidio. Sin embargo, en la versión del empresario británico, no se podría haber concretado la cantidad de droga en su organismo y se habría procedido con un protocolo erróneo. En el vehículo se le volvió a suministrar otro tranquilizante que provocó la misma reacción, un segundo ataque al corazón. «La alta presión en la sangre no la provocan las drogas, la provoca el pánico», explicó Maximilian White.

Esposado en la UCI

En el informe médico se encontraron restos de sustancias como hachís, marihuana, alcohol y «tusi» o cocaína rosa. El mayor de los White quiso enfatizar que el consumo de hachís, en España, «no tiene pena de muerte».

Una vez en el hospital de Son Llàtzer se le hizo una tomografía para obtener imágenes de su cerebro y la repitieron cuatro días después. Cuatro días en los que se mantuvo al hermano del multimillonario «esposado y en coma inducido, no detectando a tiempo una hernia cerebral resultado de la presión que habían ejercido los agentes sobre su cabeza», afirma White.

El magnate hizo venir a un neurocirujano de su confianza para evaluar a su hermano, y lamentó que durante varios días se negó a la familia el acceso a su habitación: «No quiero que en el hospital carguen con la culpa, porque actuaron como actuaron con la información que les dieron […]. Esa fue la segunda muerte de mi hermano, porque podrían haberle salvado».

La mañana del cuarto día en la UCI, la familia firmó la liberación de la custodia de Tobias White de las autoridades y, esa misma tarde, se les informó de que solo un milagro salvaría su vida. Finalmente falleció el día 31. «La policía quería que firmáramos este documento para que no muriera estando bajo su custodia. Se hubiera abierto una investigación internacional. Saben lo que hacen», especuló White.

El empresario mantiene que su hermano fue víctima de un «asesinato» y relaciona el crimen con el racismo por el color de piel. «Este caso podría ser el siguiente ‘George Floyd’, Black Lives Matter ha contactado conmigo», afirmó. «Si mi hermano hubiera sido blanco y español, ¿hubiera muerto?», se preguntó.

«Cuando traje a la isla un equipo de casi 20 personas, entre ellas investigadores privados y especialistas, quería encontrar argumentos en contra de mi hermano. Quería saber que había hecho algo mal para liberarme de este dolor. Pero lo único que descubrí es que Tobias era inocente», lamentó.

Campaña ‘Justice for Toby’

White explicó que, de ganar un futuro juicio, invertirá el dinero de la indemnización en un mejor sistema de cámaras de seguridad para Punta Ballena. Considera que en un lugar donde predomina el turismo como fuente de ingresos es vital mejorar los protocolos: «Mallorca tiene muy mala reputación por su tipo de turismo. Los niños pueden venir una semana por 500 euros a un resort, todo incluido, y gastar todo ese dinero en alcohol. ¿Qué pasa entonces cuando se emborrachan? ¿Cuál es el protocolo? ¿Les va a costar la vida?», lamenta.

Personalidades de su país se han solidarizado con la causa a través de las redes sociales. El usuario @justice.for.toby («Justicia para Toby») ya acumula casi 250 mil seguidores. Muchos Dj han cancelando sus actuaciones en Boomerang y cientos de ciudadanos británicos solidarizados con la causa han empezado un boicot.