Unidad de acción y una estrategia conjunta. Son las bazas de las administraciones balear y central, además de los sindicatos, para evitar el cierre de la producción de cemento en la fábrica de Cemex de Lloseta. Así lo han explicado hoy por la tarde tanto el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, como la delegada del gobierno, Rosario Sánchez, al término de una reunión mantenida en la Conselleria en la que también han participado el secretario general de CCOO, Unai Sordo, y los representantes del comité de empresa de la fábrica.

La próxima semana, en un día todavía por definir, todas las partes se verán las caras en Madrid en una reunión convocada por la ministra de Industria, Reyes Maroto, en la que también estarán presentes los representantes de la multinacional Cemex en España.

"Desde la delegación del gobierno queremos trasladar este mensaje de acción conjunta entre los gobiernos central y autonómico y los sindicatos para evitar el cierre y abrir un periodo de diálogo para conocer las alternativas", ha apuntado Rosario Sánchez al finalizar el encuentro.

El conseller de Trabajo, Iago Negueruela, ha explicado que en la reunión de la próxima semana expresará la "oposición frontal" del ejecutivo autonómico al cierre de la fábrica de Lloseta "por la importancia que tiene para la comarca". Negueruela ha lamentado la "opacidad" con la que actúa la multinacional y ha añadido que en la reunión la firma "debe explicar las razones que tiene para cerrar", ya que "falta mucha información". El conseller ha reiterado la necesidad de plantear una "unidad de acción" entre todas las administraciones y las organizaciones sindicales, ya que "las estrategias deben ser conjuntas". "Una administración sola frente a una multinacional tiene menos peso", ha señalado para justificar la necesidad de hacer un frente común.

Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha criticado también la "opacidad" de la empresa y se ha mostrado dispuesto a "explorar todas las vías con los gobiernos central y balear" para evitar un cierre que "no se justifica porque la productividad es buena". Los miembros del comité de empresa han expresado su satisfacción por los "apoyos recogidos", aunque precisan que "no sabemos qué pasará".