Palma y Perpiñán se reúnen para reforzar los vínculos históricos y culturales entre ambas ciudades

Los alcaldes Louis Aliot y Jaime Martínez, antes de comenzar la reunión que mantuvieron en Cort

Los alcaldes Louis Aliot y Jaime Martínez, antes de comenzar la reunión que mantuvieron en Cort / Ajuntament de Palma

EP

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, recibió en audiencia al primer edil de Perpiñán, Louis Aliot, en el marco de un proceso de acercamiento que ambos municipios están impulsando para potenciar los rasgos históricos y culturales que comparten.

Durante la entrevista, Martínez trasladó a la comitiva de Perpiñán "el sentimiento de admiración y proximidad que siente Palma en relación a esta ciudad del sur de Francia, capital del departamento de los Pirineos Orientales y también capital histórica del Roselló".

En este sentido, Palma anunció a sus interlocutores su intención de visitar Perpiñán, posiblemente el próximo mes de septiembre, para seguir avanzando en el proceso de hermanamiento de ambas poblaciones.

Fortalecer relaciones

Encuentro entre los alcaldes de Perpiñán y Martínez en Cort

Encuentro entre los alcaldes de Perpiñán y Martínez en Cort / Ajuntament de Palma

"Son muchos los aspectos que unen a nuestros dos pueblos, y son numerosos los legados culturales y patrimoniales que dan testimonio", ha manifestado Martínez. Y en esta línea, ha defendido la necesidad de "dar pasos para fortalecer las relaciones con Perpiñán, sus instituciones y sus gentes".

A lo largo de su visita oficial a Palma, el alcalde de Perpiñán visitó algunos de los emplazamientos con mayor interés histórico, como el Castell de Bellver y la Catedral. Igualmente, la comitiva se desplazó hasta Cala Major para conocer las dependencias de la Fundació Pilar i Joan Miró Mallorca.

Según ha destacado Cort, los vínculos históricos entre Palma y Perpiñán son abundantes y diversos, recordando que tras el fallecimiento de Jaume I, ambas ciudades compartieron la capitalidad del Regne de Mallorca.

Fue precisamente en aquella época cuando el monarca sucesor, Jaume II, promovió la construcción de algunos de los principales monumentos existentes en la capital balear, entre los que cabe destacar el Castell de Bellver, además de proceder a la reforma del Palacio de la Almudaina e iniciar las obras de La Seu.