La renovada plaza España de Palma reivindicará la muralla renacentista

Un pavimento diferente que recorrerá el trazado de la antigua fortaleza y un código QR permitirán a los peatones identificarla y conocer su historia 

Se restaurará la estación meteorológica, el palomar y la estatua de Jaume I, y la fuente se revestirá con piedra mallorquina

El Ayuntamiento espera acabar con la reputación de plaza oscura con una nueva iluminación que dará realce al gran ficus

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

La muralla renacentista de la plaza España seguirá bajo tierra, pero quienes transiten por este espacio cuando haya concluido la reforma la «sentirán». El Ayuntamiento de Palma ha decidido poner en valor los restos arqueológicos encontrados hace casi un año, durante el inicio de las obras, para que los ciudadanos distingan su trazado y conozcan algo más sobre su historia.

El departamento de Infraestructuras que dirige Belén Soto ha introducido algunas novedades en el proyecto de reforma iniciado la pasada legislatura para dar protagonismo a la muralla. Descartadas opciones como la instalación de un cristal para dejar los restos a la vista, Cort marcará el recorrido de la antigua fortificación con un pavimento diferente del resto y enmarcado en una doble pletina de latón. Un código QR en el suelo dará la opción a residentes y turistas de conocer la historia de la muralla y de la plaza España en sus teléfonos móviles.

La regidora Belén Soto observa un plano.

La regidora Belén Soto observa un plano. / Guillem Bosch

«Haremos algo especial para dar valor a este patrimonio», explicó Soto el pasado jueves durante una visita a las obras de reforma de la plaza junto con los técnicos responsables del proyecto. Los trabajos acaban de superar su primer año y en buena parte de la superficie ya lucen las nuevas baldosas que sustituyen a las de pizarra. Cort espera inaugurar la nueva plaza entre finales de julio y principios de agosto.

El Consistorio ya tenía constancia de la existencia de la muralla, derribada hace más de un siglo por el crecimiento de la ciudad. «Se tenía una previsión de lo que había, pero al excavar vimos que los restos eran de una entidad superior a lo inicialmente previsto», explicó Juan Afrán de Rivera, responsable de la obra del departamento de Infraestructuras de Cort.

También acompañaron a Soto en la visita a las obras el coordinador de Infraestructuras, Joan Josep Lemm; la responsable de la reforma en el departamento de Urbanismo, Victoria Pons; el jefe de la obra de Emaya, Arturo Jiménez; y María Ferrández, de Melchor Mascaró, la empresa concesionaria que ejecuta los trabajos.

A día de hoy ya se distingue parte del trazado de la muralla, marcado con baldosas más rugosas que el resto y una doble tira de latón entre las juntas.

La pletina de latón y una baldosa más rugosa identifican el recorrido de la muralla.

La pletina de latón y una baldosa más rugosa identifican el recorrido de la muralla. / Guillem Bosch

Restauración de la estatua

La idea es situar la ubicación de los baluartes y del puente que daba acceso a la ciudad a través de la Porta de Santa Margalida (o Porta Pintada), en el lado de la calle Sant Miquel. «Esperamos que así la gente conozca por dónde iba la muralla y por dónde se entraba a la ciudad, remarcando estos elementos con un pavimento diferenciado. No veremos los restos arqueológicos, pero los pisaremos y los sentiremos», valoró Pons.

Soto explicó algunos aspectos novedosos de la reforma de la plaza. «No queríamos que se limitara a cambiar el pavimento y mejorar las redes de aguas», subrayó. «Este es un enclave emblemático de la ciudad y le vamos a dar mucha importancia a los aspectos culturales y patrimoniales. Además de dar valor a la muralla, concederemos un mayor protagonismo a la estatua de Jaume I. El monumento será restaurado y daremos realce al vaso de la fuente revistiéndolo con piedra mallorquina», valoró la regidora de Infraestructuras.

Del mismo modo, se rehabilitarán otros dos puntos destacados —e ignorados— de la plaza: la estación meteorológica y el palomar.

Infraestructuras planea instalar una nueva iluminación que dé realce a estos dos elementos y, sobre todo, contribuya a desterrar la reputación de plaza oscura e insegura por las noches.

Los focos también apuntarán al emblemático ficus, otro protagonista de este rincón de Palma al que se pretende dar un mayor protagonismo. También se le dará una vuelta a las jardineras; no se ampliarán las zonas verdes existentes porque los técnicos consideran que son suficientes, pero ganarán «color». Cort espera que los actuales parterres dominados por la hiedra sean «verdaderos jardines».

El nuevo pavimento ya da carácter a la plaza.

El nuevo pavimento ya da carácter a la plaza. / Guillem Bosch

Adiós a la pizarra

La futura plaza ya se vislumbra en el nuevo pavimento, que ocupa casi la mitad de la superficie. Formado por baldosas color marés de un grosor de doce centímetros, los responsables de la obra están convencidos de que son «irrompibles», al menos en comparación con la pizarra que tantos problemas ha dado debido a su fragilidad. El nuevo suelo va adherido a una losa armada con fibras.

«Nunca he entendido por qué en su día pusieron pizarra, en ninguna ciudad europea verás este pavimento», expresó Lemm sobre un material utilizado sobre todo para aislar de la nieve cubiertas y tejados.

La plaza ya ha sufrido mejoras relevantes que no se ven. Emaya ha cambiado todas las redes de aguas potables y residuales, y una arteria muy grande de distribución que databa de 1945. También ha se ha renovado la red de pluviales. Un trabajo subterráneo que encara su recta final y que ha supuesto un desafío a la hora de sortear los restos arqueológicos.

La renovada plaza España empieza a tomar forma. Cort espera que sea un espacio más amable para los residentes, de día y de noche. El polémico carril bici que la atravesaba, fuente de conflictos entre peatones y usuarios de patinetes y bicicletas, se eliminó durante los primeros meses de las obras y no volverá. Sigue siendo una incógnita por dónde discurrirá el trazado alternativo: «Eso le compete al área de Movilidad», zanjó Soto.

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