Un siglo de la Casa del Pueblo, desde su construcción hasta la reivindicación de su memoria

Antoni Vidal recorre en un libro la historia del edificio que Joan March levantó para los obreros y sindicatos de la ciudad

Antoni Vidal, autor de ‘La Casa del Poble  de Palma (1924-2024)’.

Antoni Vidal, autor de ‘La Casa del Poble de Palma (1924-2024)’. / B. RAMON

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

Palma inauguró su Casa del Pueblo en enero de 1924, hace poco más de un siglo, una de las más grandes y espectaculares del Estado. Abrió sus puertas con controversia —la edificó Joan March para donarla al movimiento obrero y sindical—. El franquismo no supo muy bien qué hacer con ella, hasta que la demolió en 1974. Llegó la democracia, y también décadas de olvido. Hasta la irrupción de los Amics de la Casa del Poble, que estos últimos años han reivindicado la memoria del edificio, todavía con la esperanza de impedir los pisos de lujo proyectados.

El historiador Antoni Vidal ha contribuido al centenario del inmueble con la publicación de La Casa del Poble de Palma (1924-2024), editado por Illa Edicions. El volumen, que aborda desde los orígenes del inmueble de la calle Reina María Cristina hasta la actual lucha vecinal, se presentará el 7 de marzo en la biblioteca de Cort.

«March está en el origen del edificio y es una cuestión muy polémica. Lo fue en su día y todavía lo es. A veces se han hecho afirmaciones contundentes sobre sus intenciones o los favores que esperaba a cambio. Los socialistas siempre dijeron que lo único que hicieron fue aceptar un regalo a cambio de nada. El problema es que todo lo que hicieron después fue mirado con lupa», explica Vidal.

Un siglo de la Casa del Pueblo |  B. RAMON

Un siglo de la Casa del Pueblo / Archivo

«Lo hizo porque en ese momento se acercó al Partido Liberal y se oponía al Partido Conservador. También estaba comprando las possessions de la aristocracia mallorquina que se estaba arruinando. En los diarios se le criticaba mucho y fue un modo de mostrar otra imagen», destaca el historiador, también autor de La Guerra Civil a Palma.

«La Casa del Pueblo era un espacio de sociabilización de la clase obrera. Había teatro, cursos de mecanografía, reuniones de las sociedades obreras, una escuela diurna y otra nocturna. También ofrecía actividades de ocio que los obreros no se podían pagar», describe Vidal.

Sus mejores años fueron durante la República, pero terminaron abruptamente el 18 de julio de 1936. «El edificio era un símbolo de la lucha antifascista y por eso aquel día los obreros movilizados se fueron a la Casa del Pueblo creyendo que recibirían armas. No fue así, y cuando llegaron los militares con ametralladoras se fueron corriendo», señala.

Antoni Vidal, autor de ‘La Casa del Poble  de Palma (1924-2024)’. |

Un siglo de la Casa del Pueblo / Archivo

Durante la guerra fue ocupada por los falangistas, que la bautizaron como cuartel José Antonio y la convirtieron en un centro de detención y torturas de republicanos. Con el tiempo empezaron a hacer obras de teatro, proyecciones de cine, conferencias y bodas. «Pero a partir de 1940 la abandonan porque no saben qué hacer con ella», señala Vidal.

El derribo de 1974

Durante años fue sede de la escuela sindical, un centro de formación profesional. Hasta que en 1974 llegaron las excavadoras. «Dijeron que el edificio tenía defectos de estructura. La realidad es que régimen no encontró motivos para destinar dinero en una reforma, nunca le interesó demasiado por sus orígenes», subraya el historiador.

UGT y CNT tenían derechos sobre el solar, pero lo cedieron al Ministerio de Trabajo por las deudas que tenían con la Seguridad Social. En 2008 el Estado lo subastó y pasó a manos mallorquinas unos años. Hoy es de un grupo inmobiliario alemán que proyecta pisos de lujo.

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