Cantos de sirena para votantes incautos

Xisco Conde Flores

Nos hallamos inmersos, una vez más, en una odisea por ese mar embravecido al que por exigencias de la historia llamaré «Mar Electoral».

En este mar hay de todo. Desde sorprendentes naufragios televisados en pleno prime time hasta islas paradisíacas llenas de aplausos pagados con bocatas de chóped. Todo es posible en este espacio de agua tan convulso y caprichoso.

Pero me quiero detener en una de las cosas más atrayentes y de difícil abstracción que tiene su base en la mitología, pero que en este mar es muy real. Hablo del canto de las sirenas. Pero éstas no son los archiconocidos seres mitad mujer mitad pez del poema épico de Homero, no, las que yo me refiero visten traje formal y son 100% humanas, o eso creo.

Pues bien, al igual que las griegas, éstas también entonan unas sugerentes y bellas melodías que prometen cosas irresistibles pero más acordes a nuestro tiempo como vivienda asequible, ayudas para la cesta de la compra, rebajas de impuestos, bonos de viajes, vales descuento, más médicos, etc... y todo ello a cambio de algo muy simple para nosotros pero muy preciado para ellas, nuestra confianza ciega o lo que es lo mismo, nuestro voto.

Y es en este punto de la historia donde llega el momento de hacer una pausa y reflexionar para decidir qué clase de marinero es uno. ¿De los curtidos en mil viajes y que sabe que todo esto no es más que una ilusión que desaparecerá como la noche a un nuevo día?, ¿o ese ingenuo o poco experimentado navegante que desea creer con todas sus fuerzas en su fascinante y seductor canto?

Vuestra es la decisión naveg... perdón, votantes.