Una de las viviendas expropiadas de la calle Aragó sufre el derribo parcial del terrado

Los vecinos reclaman al Ayuntamiento la inmediata demolición de esta casa y las colindantes por los problemas de inseguridad que generan

Infraestructuras prevé ejecutar los derribos a lo largo del verano y espera aprobar en breve su licitación

Cort ampliará esta vía para eliminar el actual cuello de botella que hay en ese tramo

Parte del tejado de la casa se ha hundido.

Parte del tejado de la casa se ha hundido. / Son Fuster Nou Palmeres.

Los vecinos de Son Fuster Nou Palmeres han advertido del derribo parcial de una de las viviendas de la calle Aragó que el Ayuntamiento expropió para ampliar la calle. La casa, ubicada en el número 257, sufrió la caída parcial del terrado el jueves por la mañana. Los escombros cayeron en una zona vallada, por lo que nadie resultó herido.

Esta vivienda y las colindantes, situadas entre el Camí de Can Foradí y la calle Can Roses, son propiedad municipal desde 2018. Y desde el año pasado hay un proyecto de demolición, pero el Consistorio todavía no lo ha ejecutado. Esta actuación es necesaria para ampliar este tramo de vía que ahora forma un cuello de botella y dificulta la circulación de vehículos y el paso de peatones. Actualmente el ancho de la calle es de 16 metros y con el derribo pasaría a alcanzar los 30.

El departamento de Infraestructuras del Ayuntamiento de Palma ha informado de que está previsto que la demolición de estas viviendas se ejecute "a lo largo del verano". El Consistorio ha señalado que esta actuación ya había sido licitada, pero la necesidad de hacer un modificado ha retrasado la tramitación. Se espera que en breve se apruebe una nueva licitación.

Los vecinos llevan años reclamando la demolición de las viviendas precisamente por el riesgo de derrumbe al tratarse de inmuebles en completo estado de abandono. Asimismo, han denunciado que son objeto de okupaciones de manera reiterada.

Representantes vecinales y el Col·lectiu Embat se reunieron a principios de la actual legislatura con la regidora de Infraestructuras, Belén Soto, para urgirle a llevar a cabo esta actuación por los problemas de inseguridad que generan las viviendas y para iniciar una intervención largamente reivinidicada. Tanto, que ya figuraba en el Plan General de 1998.